Axl Rose y los cincuenta mil dólares que cambiaron su vida

Axl Rose y los cincuenta mil dólares que cambiaron su vida

Escrito por: David López   @FyDescritura    1 marzo 2013     2 minutos

Kim Fowley, empresario musical de Estados Unidos, ha comentado cómo uno de los grandes managers del rock le ofreció a Axl Rose cincuenta mil dólares por representar a Guns n´ Roses. Los rechazó y el resto es hoy pura historia del rock.

Kim Fowley, empresario de la música americana, ha querido comentar a nuestros compañeros de Antimusic cómo Axl Rose tenía clarísimo que iba a ser uno de los grandes frontman del rock y que su grupo sería millonario en cuestión de meses.

Fowley indica que «trabajaba para uno de los grandes managers del rock y me pidió que le ofreciera cincuenta mil dólares a Axl para que Guns n´ Roses, antes de que firmaran su primer contrato discográfico, fueran nuestros representados. El manager me decía que buscara a un grupo que vendiera discos con alguien polémico».

«Al día siguiente fuimos a una reunión con Guns n´ Roses y él les comentó que «Soy una persona muy seria, para que lo comprobéis podéis abrir este maletín. Especialmente tú Axl, ábrelo y vete con todo lo que contiene». No sabíamos qué hacer».

«Axl le respondió: «Con todos mis respetos, ya que no sé ni quién es usted, estos cincuenta mil dólares no son nada para un grupo como Guns n´ Roses. No voy a coger este dinero y le anuncio que con el mero primer contrato discográfico vamos a ganar mucho más dinero que el que hay en este maletín y ahora, si me disculpan, me voy a ensayar. Ofrézcale ese dinero a otro grupo de esos a los que van a joder quedándose con todo el dinero».

Fowley comenta que «le aplaudimos, pensé en todos los músicos que hemos visto a lo largo de los años morirse de hambre por un contrato y Axl estaba allí sabiendo exactamente lo que valía». El susodicho comenta que «al poco tiempo nos vimos en el Rainbow Grill y él llevaba un cheque de 37.500 dólares de Geffen y tras la grabación del primer disco cobraría otro. Ese día me pidió que le invitara a cenar porque los bancos estaban cerrados. El resto ya lo conocéis». Gran anécdota.

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