Cromatica Pistona, comentamos Porca Troika, su nuevo disco

Cromatica Pistona, comentamos Porca Troika, su nuevo disco

Escrito por: David López   @FyDescritura    4 diciembre 2012     2 minutos

Comentamos en profundidad Porca Troika, un disco que servirá para que la banda madrileña recoja los frutos de su esfuerzo desde 2008. Mezcla de géneros musicales y originalidad a partes iguales son los pilares de este trabajo.

Los madrileños Cromatica Pistona llevan desde 2008 en la música y la edición de Porca Troika, que presentan el día 15 en la sala Taboo de Madrid, ha sido un hito en la historia del grupo. La mezcla de géneros musicales y una óptica distinta para afrontar los temas más diversos en sus letras son los dos pilares sobre los que la banda se apoya para construir un universo sonoro único.

Si bien el disco es un todo musical que no podríamos separar en canciones, alabamos el rollito pachanguero-chirigotero de «Kasanova», la elegancia de «Le roi du jazz manouche» que nos recuerda a las grandes orquestas de los cincuenta y con el ska mediterráneo y playero de «Alhucemas» con un bridge precioso y preciso.

Pero eso no significa que no valoremos un tema de rock de los años 50 como «El guateque de los muertos» que bien podría haber sido la banda sonora de cualquier película de El Santo. Lo mismo hacemos con «Down in Mexico», un gran blues donde la banda se sale.

«Tar + íntula» recupera ese sonido de grandes orquestas, «Gipsy surfer» comienza con un punteo de lo Reindhart que progresa adecuadamente hacia el bridge que nos recuerda al mejor surf rock. «El viejo piano» es otro tema en el que el grupo explora su sonido con gran acierto y nos trae ritmos de la otra orilla del Atlántico.

«A juego con tus tirantes» recupera la tendencia más festiva y mezcla a la banda del pueblo con el dixieland y una letra bastante acertada. «Será, sería» es puro funk mezclado con las bandas sonoras de las películas de serie B de los sesenta, de lo mejor del disco.

Los dos temas siguientes, «Enciende la luz» y «Apaga la luz» utilizan el recurso de contarnos una historia recitando en el primer tema y en el segundo nos recuerda un poco a Manolo Otero acompañado de una big band. «Slow drink» recupera esos ritmos de la otra orilla del océano y los mezcla con un derroche de clase instrumental.

El disco es, como habéis podido leer, una coctelera sonora en la que se nos recuerda que todo lo que hoy se puede escuchar ya se hizo hace décadas. El recuperar ese mundo de los años cincuenta y sesenta, quitarle el polvo y tocarlo hoy en día es digno de mención. Este trabajo es uno de los mejores ejercicios de creatividad del año en lo que a bandas españolas se refiere. Avisados estáis.

Más información del grupo en su web oficial.