Crónica de Los Delinquentes en la Sala Vivero

Crónica de Los Delinquentes en la Sala Vivero

Escrito por: Curro Arenillas    5 diciembre 2011     2 minutos

Los Delinquentes arribaron a Málaga el pasado sábado para continuar con la gira que festeja el décimo aniversario de su irrupción en la escena musical con El sentimiento garrapatero que nos traen las flores, disco que, desde entonces, huele a clásico de la música española contemporánea. Con este propósito, y un amplio respaldo por parte de su público, que colmó la Sala Vivero, Diego y El Canijo, junto a la solvente banda que los escolta, se pusieron a desgranar el repertorio que consiguió fidelizar para siempre a los primeros garrapateros.

Por otra parte, la cita sirvió también para rendir homenaje a dos figuras imprescindibles para entender el pasado, presente y futuro de la música hecha en Andalucía que además tienen no pocos rasgos en común. Hablamos de Migue Benítez, el desaparecido cantante de Los Delinquentes, y Rockberto González, rostro visible y alma páter de Tabletom. Dos poetas y cronistas de la calle, del sentir diario y etéreo, creadores de un universo musical y simbólico capaz de sintonizar con las ideas, inquietudes y vivencias de jóvenes y no tanto sin perder nunca la sonrisa.

Así, volvieron a sonar los temas que pronto fueron himnos, desde el arranque con Esos bichos que nacen de los claveles pasando por Tabanquero, Uno más, Duende garrapata, El aire de la calle o A la luz del Lorenzo. Sin embargo, puede decirse que casi brillaron más otras joyas que llevaban tiempo sin aparecer en el repertorio delinquente, caso de Mis condiciones pajareras, El día de los bomberos o Garrapata Mulata.

Como advirtió El Canijo, entre citas a Tabletom y Pata Negra, la segunda parte del concierto, en la que se dejaron ver canciones como El viajero del cartón, que vio la luz con motivo de esta efeméride, sería más propicia para los éxitos cosechados en los últimos tiempos por Los Delinquentes y para alguna que otra versión bien acogida. Los saltos se redoblaron, más si cabe por las citas de Diego al espíritu del público sevillano, y el concierto acabó como suelen hacerlo los de esta banda: con el respetable harto de bailar pero deseoso de más. Como debe de ser.


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