Crónica Pains of Being Pure at Heart en Matadero, Madrid (I)

Crónica Pains of Being Pure at Heart en Matadero, Madrid (I)

Escrito por: Marina Rigby    19 noviembre 2012     2 minutos

The Pains of Being Pure at Heart no pararon ni un segundo sobre el escenario, durante un set de poco más de una hora en el que aprovecharon para repasar los mejores temas de su discografía. Primera parte de la crónica.

Los neoyorquinos The Pains of Being Pure at Heart son bastante asiduos a nuestro país. Esta semana realizaban un breve recorrido por algunas ciudades clave, acabando el viernes 16 en la capital. El quinteto se entregó a su público, llegando a sangrar sobre el escenario (bastante literalmente) en un breve pero entregado directo que, sin embargo, no llegó a calar entre los asistentes.

Habiendo retrasado de antemano la apertura de puertas más de una hora, cerca de las 10 de la noche se empezaba a formar una pequeña cola a la entrada de la Nave de la Música de Matadero. Dentro, unas doscientas personas se congregaban no tanto frente al escenario como frente a las lámparas de gas que caldeaban la nave. El lugar no podía ser más idóneo para un concierto de este estilo, combinando a la perfección el amplio espacio en el que hasta crecen árboles- y el ambiente acogedor que normalmente no ofrecen los escenarios al aire libre.

Pasadas las diez y cuarto, y casi sin darnos cuenta, el grupo subió al escenario y devolvió la atención al frente. Abrieron con el mismo tema que abre su último trabajo, Belong (2011), Heavens gonna happen now. A partir de ese momento comenzó el torrente de canciones casi sin interrupción… y sin distinción entre una y otra. La banda repasó su discografía seleccionando canciones de aquí y de allá, y mientras tanto Kip Berman, vocalista y guitarra, casi se deja la piel sobre el escenario.

A la hora técnica no se pueden hacer demasiadas quejas. La voz sonó demasiado baja, como de costumbre en todas las salas madrileñas, pero en general sonaban bien. La iluminación del escenario era pésima, y la mayoría de las veces podíamos intuir más que ver al batería, Kurt Feldman, relegado al fondo del escenario. Para compensar, guitarra y bajo no dejaron de moverse durante todo el concierto, rozando el perder el equilibrio más de una vez. Se puede decir que la banda se entregó por completo sobre el escenario.

Continúa leyendo la crónica, además de la galería de fotos del concierto y la lista de canciones que se tocaron, en la segunda parte de este artículo.


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