Paul McCartney llega a un acuerdo con Sony tras su demanda

McCartney le reclamaba a la multinacional los derechos de algunos de los primeros temas de The Beatles. En un comunicado conjunto, demandante y demandado comentan que han llegado a un acuerdo para intentar evitar que esta situación se enquiste más de lo debido.

«Las partes han decidido resolver este asunto han firmado un acuerdo de confidencialidad sobre el acuerdo alcanzado. La demanda se ha retirado» comentaba Michael Jacobs, abogado de Paul. ¿El origen del problema? La jugada maestra de Michael Jackson en 1985.

Fue durante la grabación del famoso videoclip «Say, say, say». McCartney le comentaba a Jackson que el dinero no lo dan los derechos de autor, sino los de edición. Jackson se enteró de que estos derechos estaban en venta y los compró por cuarenta y siete millones de dólares. Como es lógico, Paul jamás volvió a dirigirle la palabra.

Es más, en 1995 Jackson vendió parte de estos derechos a Sony por cien millones de dólares. Tras la muerte del astro del pop, sus herederos vendieron, al mismo comprador, la parte restante por setecientos cincuenta millones de dólares en 2016. Desde entonces está Paul intentando hacer valer la legalidad sobre sus propias canciones.

Según el acta de copyright, los derechos de las canciones escritas antes de 1978, como es el caso del catálogo completo de The Beatles, han de volver a sus autores cincuenta y seis años después de la edición de las mismas. Esto supone que en 2018 Paul habría sido propietario legal de estos temas. Lo mismo sucederá, año tras año, hasta 2025, cuando se «celebrará» el enésimo aniversario de la disolución de The Beatles. La corte federal de Nueva York no ha dudado en comentar que «hará lo posible porque el acuerdo entre las partes se cumpla». Ya veremos, o escucharemos, cómo se editan estos temas en un futuro próximo. Esperamos vuestros comentarios al respecto.

Vía | Ultimate Classic Rock

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