Sebastian Bach, enamorado de su profesión

Sebastian Bach hace muchos años que dejó de ser una estrella del rock. El que fuera líder y frontman de Skid Row vivió su época dorada a principios de los 90 pero los avatares de la vida así como un desgaste musical, propiciado por la aparición del grunge, supuso el fin de tan mítica formación.

Sebastian se dedicó a inmiscuirse en proyectos con poco futuro y su silencio discográfico sólo vino a agrandar su leyenda y al ostracismo de la industria a partes iguales. Tras editar un disco en solitario hace algún tiempo se sigue sintiendo, tal y como ha declarado en una entrevista concedida a Now Magazine, un enamorado de la música.

Sobre «Kicking and Screaming», su disco en solitario, comenta que «Compuse ese disco corriendo literalmente. Llevaba las maquetas en mi iPod y las iba escuchando. Iba componiendo y pensando en cómo hacer de esas maquetas las mejores canciones posibles. Sé que una canción es buena cuando tengo la sensación de coger a alguien por el cuello y decirle: «Escucha esto, es buenísimo». Ese es mi truco».

«Este disco supone un sueño para mí. Volver a hacer una gira mundial tal y como solía hacer con Skid Row supone cumplir el sueño que siempre tuve cuando era niño. El problema está en que estoy enamorado de mi profesión y eso hay muchos promotores que no lo entienden».

«Ellos prefieren contratar a unos tipos que se llaman Skid Row para vender algunas cervezas y que la gente cante. Yo no tengo derecho a ser Sebastian Bach y todos me vienen diciéndome: «Es mejor que te llames Skid Row». Creo que tengo derecho a ser quién quiera, Ozzy es Ozzy tras dejar Black Sabbath y nadie le dice nada». Pues tiene toda la razón el amigo Sebastian.

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