¿Cómo llegó Brian Robertson a Motörhead?

El patibulario Brian Robertson fue miembro esencial de Thin Lizzy. Te contamos cómo terminó en Motörhead y qué le llevó a ese cambio de estilo. Recordamos que el guitarrista firmó Another perfect day un disco que supuso un retroceso en las ventas, pero que gana con los años.

En el recuerdo queda cuando se descolgó su Les Paul para limpiar a guitarrazos las primeras filas de un concierto que diera el trío en nuestro país.

«Unirme a Motörhead fue extraño. El representante de Lemmy, Doug Smith, me llamó por teléfono y luego envió a esta chica en medias y tirantes a mi casa en Fulham con una botella de whisky. No hace falta decir que se cerró el trato. Me dio todos los álbumes de Motörhead, pero no los escuché porque no es mi tipo de música» comienza indicando en una entrevista publicada por Loudersound.

«Bien. Lo que me imagino que sucedió aquí es que Doug no se sentía seguro de que su llamada telefónica hubiera funcionado y quería enviar flores, pero la floristería local estaba cerrada ese día y tuvo que sopesar si le regalaba a Brian algo que le gustara. Comer a domicilio o enviar a una chica en medias y tirantes con una botella de whisky. Obviamente, Just Eat no existía en ese entonces, por lo que se vio obligado a optar por este último».

Estuvo en Motörhead durante más de un año, lo que plantea la pregunta: ¿Brian alguna vez escuchó los álbumes de Motörhead o lo hizo durante 12 meses? De cualquier manera, es un enfoque cósmico para unirse a una banda y todo respeto a Brian.

Esta introducción psicodélica a su tiempo en Motörhead solo continuó cuando llegó el momento de unirse a la banda. «Se suponía que tenía que volar a Nueva York a la mañana siguiente para encontrarme con la banda, pero por alguna razón terminé en Toronto» dice Brian.

«Llamé al técnico de iluminación de Rush, Howard, y afortunadamente me reservó un hotel. Al día siguiente volé a Nueva York en medio de una tormenta. Me recogieron en el aeropuerto y nos dirigimos directamente a la sala de ensayo de Motörhead. Estuvimos allí durante 10 horas seguidas, con mucho de esto (hace un gesto como de oler algo), y ese era yo en la banda. Luego abordamos el autobús de la gira y condujimos directamente de regreso a Canadá. Recuerdo que The Lemster pensó que era muy divertido. Él y yo nos llevamos bien la mayor parte del tiempo, pero tuvimos nuestros momentos, digamos. Estar en Motörhead fue una locura las 24 horas del día». Esperamos tu opinión al respecto.

Curiosidades Hard Rock #Brian Roberson #Motörhead