Crónica del concierto de Scorpions en el Starlite Festival (21/7/25) por Kike G. Caamaño
Esta noche, el escenario se convierte en historia viva. Con más de 100 millones de discos vendidos, himnos que han traspasado generaciones, giras infinitas por todo el planeta, aclamados y respetados por público y bandas compañeras, con eternas composiciones que van desde las guitarras afiladas de «Rock You Like a Hurricane», hasta la emotiva «Wind of Change», Scorpions no solo marcaron el rumbo del hard rock mundial, sino que lo escribieron con letras de oro.

Hoy no es solo un concierto. Es una celebración de seis décadas de pasión, rebeldía, música y una conexión inquebrantable con millones de fans alrededor del mundo.
ENTORNO
El Starlite de Marbella es mucho más que un festival, es una gran experiencia que combina música, elegancia y un imponente entorno natural verdaderamente privilegiado. Situado en la impresionante cantera de Nagüeles, muy cerca de Marbella, su mágica atmósfera, bajo un cielo estrellado hace que te sientas diferente. Pero además, su ambiente, el cuidado con el que se trata a los asistentes, la organización, su trato cercano, hace que cada vez que me acerco viva una situación especial y a eso añadirle algo fundamental para los conciertos: el recinto posee una acústica envidiable. Es, sin duda, uno de los grandes orgullos culturales de Marbella.
Como broche de oro, adelantaros que la actuación de Scorpions fue espectacular. Un concierto más que notable, con un sonido impecable, una puesta en escena poderosa y un show de luces que elevó aún más la energía del lugar. Ver a una banda de esa talla en un formato tan cuidado fue un verdadero privilegio.
Y por supuesto, dar las gracias a todo el staff de Starlite por su amabilidad y excelente trato hacia la prensa acreditada.
CONCIERTO
Con un lleno absoluto y pasadas las 22:00 horas, se apagan las luces para visualizar una intro por la pantalla principal situada en el centro del escenario, rememorando todos estos años de andadura rokera de la banda, con imágenes de todas sus épocas, de muchos de sus miembros pasados, de festivales míticos donde el grupo ha tocado y con banda sonora de los propios Scorpions.
Finalizada la intro suenan los primeros acordes de ese mágico «Coming Home» de su legendario Love At First Sting de 1984, cuando aparece por el fondo para situarse detrás de su batería, el gran Mikkey Dee. Y por nuestra derecha se dislumbra poco a poco la figura del gran Klaus Meine, que se va acercando lentamente hacia su micro para en segundos, arrancar con la parte rápida de la canción. Sonido sublime desde la posición en que nos encontramos. No deja de sorprenderme la de veces que he estado en este maravilloso entorno y en todas ellas el sonido ha sido brillante.
La banda se ve en forma. Si, si, ya lo sé, Klaus se le ve frágil, comedido en sus movimientos y con potencia de voz limitada, pero la edad (77), como se suele decir, no perdona. Y si veíamos hace poco a Mick Box de Uriah Heep de 78 años en el Marenostrum de Fuengirola en bastante buen estado, hay que resaltar el hecho de que desgraciadamente la voz es un instrumento que se desgasta inexorablemente, pero aún así, el cantante defendió bien los temas y sobre todo hay que mencionar su enorme, simpática y carismática presencia ante el público.
El espectáculo visual es impresionante. La batería subida en una tarima de cinco escalones adornados con multitud de focos que se iban alternando lumínicamente y dibujando diferentes sensaciones a la par de los sonidos de los temas que iban sonando. Una gran pantalla trasera donde se iban intercalando imágenes varias que acompañaban a las canciones, junto a las propias imágenes de los miembros tocando pero aderezados con efectos especiales por encima en dos grandes pantallas laterales. Todo muy colorido, festivo y lumínico: ¡parecía que estábamos en Las Vegas!
Continuaron su show con «Gas in the tank», tema de Rudolf Schencker del ábum del 2022 Rock Believer, que tuvo muy buena aceptación. El grupo nos traslada a los ochenta, para recordarnos el tema «Make It Real» que abría aquel Animal Magnetism (1980) para seguir con su clásico «The Zoo» del mismo álbum. El sonido sigue siendo de diez y la banda suena cohesionada y engrasada. Todo está hilado a la perfección.
«Coast To Coast» es un tema instrumental que apareció en su disco Lovedrive de 1979, uno de mis grandes álbumes preferidos de la banda. Klaus aprovecha para dar descanso a su voz aunque coge la guitarra y no para de regalar baquetas a los presentes (la cantidad de baquetas de batería que tiraron al público fue enorme), coger su pandereta y posar con sus compañeros de equipo en cada lateral del escenario.
Y llega el turno al medley. Hoy día es raro ver a un grupo longevo y consagrado no haciendo un medley. Son muchísimos temas los que tienen y nunca va a llover a gusto de todos en cuanto al set list elegido, y un medley de canciones al menos satisface un poco a los fans. Pero éste es un tanto especial. Como ya sabéis, el grupo ha tenido un par de etapas diferenciadas. La época de los Scorpions setenteros (recordamos que se formaron en 1965 y su primer álbum fue Lonesome Crow en 1972) estaba influenciada y semi dirigida por el gran guitarrista Uli Jon Roth, de corte neoclásico, amante de la música clásica y de Jimi Hendrix y que dejó su impronta en cuatro aclamados discos de estudio de Scorpions.
Entraría a formar parte del grupo después de que el hermano de Rudolph , el gran Michael Schenker, dejase la banda al terminar de girar la presentación de su primer disco, teloneando a los UFO (que se lo llevarían a sus filas). Klaus y Rudolf, Schenker, amigos inseparables hasta hoy día y líderes indiscutibles del grupo, vieron que sus sueños se iban desvaneciéndose a cada tropiezo que iban teniendo.
Pero fue el propio Michael quien le presenta a su hermano a un gran guitarrista: Uli Jon Roth. Y todo esto os lo indico porque muchos fans echan de menos que la banda no toque muchos de esos temas, pero ahí aparece la idea de un medley.
Scorpions no ha renegado jamás de su primera etapa y siempre han tocado temas de los 70 en sus conciertos aunque cada vez se les pusiera mucho más difícil hacer los set list debido a las canciones de éxitos que iban cosechando año tras año. Así que en este momento del concierto, nos deleitan con un medley repleto de temas de esa época: «Top Of The Bill» del disco In Trance (1975), «Steamrock Fever» que abría su Taken By Force de 1977, «Speedy´s Coming», corte inicial de su segundo álbum Fly To The Rainbow (1974) y «Catch Your Train» incluida en su disco Virgin Killer de 1976. Y así, de esta manera, muchos de los viejos fans se quedaron satisfechos. Y es que te paras a analizar el set list y te das cuenta de la cantidad de canciones famosas que han creado dentro del género.
A continuación retumba uno de sus temas más emblemáticos: «Bad Boys Running Wild», que abría ese fantástico Love At First Sting de 1984. La banda sigue dándolo todo con un Mikkey Dee (ya ahondaré en él un poco más adelante) pletórico y un Pawel Maciwoda al bajo (músico polaco, en la banda desde 2004) contundente, dando gran seguridad y potencia a la banda. La gente, entregada.
Parte del público permanece sentada (que no quieta). Realmente la perfecta disposición de las gradas permiten ver con claridad y sin problemas el escenario cómodamente por lo que muchos optan por disfrutar así del show, levantándose puntualmente para corear y alzar sus puños con himnos, y ésta fue una de esas ocasiones (que finalmente hubo muchísimas) donde todos levantamos los brazos y coreamos como posesos.
Le toca el turno al gran guitarrista alemán Matthias Jabs, en el grupo desde 1978 y donde invita a tocar a su técnico de guitarra, Ingo Powitzer, guitarrista de sesión y gran amigo de Matthias, a tocar el tema instrumental «Delicate Dance», dando un nuevo respiro a Klaus y también a Rudolph. El sonido sigue siendo claro y directo para llegar a uno de los momentos esperados: «Send Me An Angel» (éxito del álbum Crazy World de 1990) coreado por todo el público.
Pero es que a continuación y con el público ya totalmente entregado suena un silbido: sí, le toca el turno a quizás la canción más famosa de Scorpions: la power ballad, «Wind Of Change» (Crazy World 1990) éxito mundial y masivo , tema icono de la paz que es aclamado por ser relacionada con la caída del muro de Berlín y la unificación de Alemania. Editado como single en 1991, vendió más de 14 millones de copias, siendo el más vendido del mundo y número uno en nueve países. Ya os podéis imaginar la reacción de los asistentes. Bajo la letra de la canción que iba apareciendo en la pantalla principal todos estaban de pie grabando e iluminando las gradas con los móviles. Klaus no paró de hablar con el público entre tema y tema, hablando algunas palabras en español y agradeciendo en todo momento a los allí presentes el calor y el cariño que estaba recibiendo el grupo.
«Loving You Sunday Morning» suena. Es uno de mis temas preferidos de la banda (Lovedrive 1979). Le sigue «I´m Leaving You» de su clásico Love At Fisrt Sting (1984) y que fue single en su día. Al terminar el tema, Klaus presenta a Pawel a los asistentes y se marca un gran solo de bajo acompañado de Dee a la batería donde te das cuenta de la importancia de Pawel en el grupo, cohesionando con un sonido enérgico a la banda.

Tras las últimas notas de Pawel viene el turno para mister Mikkey Dee, con el que vivimos un momento mágico. Este sueco de ascendencia griega es simplemente una bestia. La contundencia, precisión y técnica es sobrecogedora. Solo de batería (denominado «New Vision») atronador, cargado de juego de luces y sampleados disparados por él mismo que hizo que, literalmente, todo el público se levantase y aplaudiese como si no hubiese un mañana. Fue el momento más enérgico y enloquecido del público que no paraba de aplaudir y gritar ante tal maestría. El sueco hizo un guiño a su antiguo jefe, Lemmy Kilmister jugando al tragaperras que se veía tras su enorme batería y conseguir pleno mientras le daba duro a su kit, (hacía girar el tragaperras cuando tocaba) con el logo de Motorhead primero (banda donde estuvo 23 años hasta que Lemmy falleció) y finalmente consiguiendo el pleno con el escorpión de la banda en todas las casillas. Apoteósica la reacción del público. De hecho, fue el más aplaudido en la despedida final.
Pero aún nos quedaba «Tease Me Please Me» (vuelta al exitoso Crazy World de 1990), para dar paso a otro enorme clásico: «Big City Nights» (Love At First Sting 1984) que puso de nuevo eufórico a todos los asistentes para retirarse hasta que llegaron los bises, minutos más tarde.
Bajo un oscuro escenario, surge de la oscuridad una figura: un enorme e imponente escorpión inflable tras la batería que cubría casi todo el escenario. De esta manera salen de nuevo a escena para los bises que llegaron de la mano de «Blackout», otro clasicazo de la banda del disco (otro de mis favoritos) del mismo nombre, editado en 1982 para ya terminar la locura con uno de sus temas más emblemáticos : «Rock You Like A Hurricane» (Love At First Sting 1984). Todos en pie, coreando y cantando para poner fin a una noche fantástica de rock. Mikkey Dee, el más aclamado y aplaudido de la noche fue el último en salir de la escena bajo los aplausos fervorizados de la gente.
Muchos nos quedamos unos minutos esperando ya que nos faltaba una de sus grandes canciones (si es que tienen muchas): «Still Loving You»…pero en esta ocasión no pudo ser.
Klaus nunca ha sido una voz potente o desgarradora como otros cantantes de heavy, él siempre ha sido de timbre muy particular, con tintes nasales, carismáticos y personales y aunque en partes del concierto se le notó que le costaba, salió airoso del show. Rudolph Schenker dio muestras de jerarquía con su simpatía y buen hacer rítmico, vocal y puntualmente soleando su famosa ya Flying V. Pawel es simplemente un perfecto motor rítmico apabullante, Matthias Jabs demostró una vez más ser un gran guitarrista… y creo que ya no hay mucho más que decir del gran Mikkey Dee.
Al terminar el show y con una amplia sonrisa extrapolada al resto del público, nos quedamos un buen rato disfrutando de la velada que nos ofrecía Starlite, escuchando música, relajados en este fabuloso entorno y refrescándonos las gargantas a las que bien le hacían falta un refrigerio después de la paliza de cantar que nos dimos.
He tenido la oportunidad de ver bastantes veces en directo a Scorpions: lo han dado todo en estos 60 años de carretera y es increíble que después de tantas décadas, nos ofrezcan un espectáculo tan entretenido. Y si a eso le acompañamos el espléndido sitio, solo nos queda decir que la noche fue perfecta.
SET LIST
COMING HOME
GAS IN THE TANK
MAKE IT REAL
THE ZOO
COAST TO COAST
MEDLEY : TOP OF THE BILL / STEAMROCK FEVER / SPEEDY´S COMING / CATCH YOUR TRAIN
BAD BOYS RUNNING WILD
DELICATE DANCE (MATTHIAS JABS
SEND ME AN ANGEL
WIND OF CHANGE
LOVING YOU SUNDAY MORNING
I´M LEAVING YOU
BASS SOLO
NEW VISION (MIKKEY DEE SOLO)
TEASE ME PLEASE ME
BIG CITY NIGHTS
BLACKOUT
ROCK YOU LIKE A HURRICANE
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