David Coverdale repasa su carrera en una extensa entrevista
David Coverdale fue entrevistado por Steffan Chirazi de Classic Rock. Repasamos sus declaraciones.
La entrevista se publicó cuando se editó Forevermore. Te dejamos con lo que contó Coverdale.
Sus inicios
Tras alabar a Elvis y a Little Richard, reconoce que «intentaba imitar sus voces, algo que tenía más futuro que lo que hacían los cantantes británicos por aquel entonces. Cualquier cantante de ópera te dirá que hay que cantar con el diafragma, pero los cantantes de soul y de blues lo hacen con el estómago. Luego tienes los que cantan con la garganta como Steve Perry, pero mi voz sale del estómago».
«Fue a los 15 o 16 años en mi ciudad cuando empecé a tocar con gente. Nadie se podía creer que llegase a las notas más altas del material que cantaba Stevie Windood. No tenía límites, nunca decía «es un tono muy alto». Incluso cantaba temas de Joe Cocker. No sabía cómo se suponía que había que cantar. Afortunadamente, no me puse límites».
«Luego me empezaron a gustar grupos como The Pretty Things y otras bandas de rock y de blues. Era un gran seguidor de los Yardbirds y aprendí mucho de Jimmy Page. Hendrix fue una gran inspiración y una influencia para mí, y sigue siéndolo. Se encargó de mezclar todo lo que me gustaba y de pasarlo por el filtro de las estructuras del rock. No se trataba de querer tocar el blues de forma tradicional, sino de tomar sus elementos y usarlos para que te gustasen. Me encantaba que no fuera un purista del género».
Su llegada a Deep Purple
«Dejé la escuela de arte, no tenía una beca y no había mucho trabajo en el norte de Inglaterra. Mi padre, que llevaba trabajando desde los 14 años, estaba en el paro y se lo tomó como unas vacaciones. Sin embargo, mi madre tenía dos trabajos y estaba agotada. Decidí que me iba de la escuela de arte, lo que rompió el corazón de mi madre porque tenía el sueño de que fuera algo en la vida. Tendría que haber estudiado para ser diseñador gráfico y profesor de arte».
«Un amigo mío tenía una tienda en Redcar y le pregunté si podía trabajar como dependiente. Me dijo que sí y que podía seguir llevando el pelo largo. Me convertí en el cantante vendedor, vendía los put** pantalones de campana, eran pantalones como de marinero y me di cuenta de que era un buen vendedor. Todo iba bien. Llevaba dinero a casa y luego me independicé siendo muy joven».
«Un día llegó un tipo a la tienda y venía leyendo el Melody Maker. De forma sarcástica, porque sabía que yo cantaba, me dijo que por qué no iba a la prueba para ser el cantante de Deep Purple y se fue riéndose. Leí la revista y vi a Jon Lord sentado al piano con una frase en un tono similar al de los Monty Python: «en Deep Purple seguimos buscando a un cantante y vamos a tener en cuenta a los que no conoce nadie». Me quedé con esta parte de la frase».
«Doblé la esquina, me metí en una cabina de teléfonos y llamé a un tipo que se llamaba Roger Barker, que era el representante de una banda en la que estaba. Le pregunté si tenía el número de Deep Purple. Llamé y me pidieron una maqueta y una fotografía. Les envié lo que me pidieron, pero es como si estuviera totalmente borracho. Ian Paice era el que escuchaba las cintas y le dijo a Blackmore «creo que tenemos al nuevo cantante, está totalmente borracho, pero su timbre es perfecto». Concretaron una audición y nunca me pidieron que cantase nada de los Purple. Eso sí, Ritchie me preguntó si me apetecía cantar algo del grupo. Canté «Strange kind of woman», pero metiendo mi voz alrededor de la melodía, siendo más expresivo y no siguiendo tanto a la guitarra. Blackmore me dijo que así es como él la había compuesto, algo que me gustó bastante».
«Creo que a Purple les aporté un toque blues ligado a las melodías del rock, porque me encantaba Hendrix. Ahora no los podía tocar, pero sí los podía cantar. Blackmore y yo componíamos la música y se lo presentábamos al grupo. Cada uno le daba un toque personal y por eso Deep Purple fueron tan grandes. La mano izquierda de Jon Lord aportaba algo personal al sonido del grupo. Luego, estaban también los intercambios sonoros entre Glenn y Ritchie. A veces, cantaba él un tema y luego cantaba yo el siguiente. Se volvió algo estúpido. Cuando me fui del grupo le dije a Glenn que deberíamos habernos llamado los injustos hermanos del rock. Siempre estábamos pensando en nuestros egos, pero de eso ha pasado mucho tiempo».
El comienzo de Whitesnake
«Contaba con grandes guitarristas y músicos, aprecio mucho lo que me dieron, pero, no quiero ser irrespetuoso, no tenían aspecto de guitar heroes como Blackmore o Hendrix. No me molestaba, pero creo que Blackmore tenía mucho poder y aspectos positivos que sigo utilizando y vi cómo un montón de material que no me gustaba y que no quería repetir»
«Con todo lo anterior, yo sabía que todo se amplificaba mil veces y solo llevaba tres años como profesional. Dios bendiga a mi madre, ya que tras un concierto en Liverpool me dejó solo y permitió que me recuperase de mi cansancio. Me quedaba dormido delante de la chimenea, me levantaba, me comía un bocadillo y una taza de te. Bebía un poco y me volvía a dormir. Llegué a sentir que no quería volver a cantar en un grupo».
«Creo que Northwinds era como el sello de nuestro sonido. Estaba muy influenciado por los Allman Brothers, especialmente por su primer disco. Me encantaba componer, pero con Purple extrapolábamos la composición y una canción podía durar 30 minutos. Con Whitesnake quise aprovechar todo el material que me encantaba, pero bajo un paraguas creativo más amplio. No quería ser el más listo de la clase. Los guitarristas tenían que expresarse dentro de una estructura y continúan explorando la narrativa de una canción. No se trataba de estar metiendo melodías por todas partes».
«Lo de traerme a Ian Paice y a Jon Lord a Whitesnake parecía el plan perfecto, pero desde fuera. Jon aportó presencia y energía, además se vino sin que le importase que yo hubiera aportado una cantidad ridícula de dinero para formar el grupo. Ian Paice vino a vernos al Hammersmith, se tomó dos bebidas y dijo que éramos mejores que Purple. Jon me preguntó si me interesaría contar con él y cuando Paice tocó en Ready an’ Willing fue cuando comenzó la historia del grupo. Incluyo también a Neil Murray, un bajista estelar, y así comenzó el recorrido musical de la banda».
No duda a la hora de comentar cómo fueron aquellos años, «Whitesnake no tenían nada que ver con nadie. Teníamos muchos obstáculos que superar. No teníamos mucho tiempo. Purple eran enormes y sin ellos no podría haber comenzado esta gran aventura. Desde el primer concierto que hice con Whitesnake me sentí en mi espacio natural mucho más que con cualquiera que hice con los Deeps. Para formar parte de mi grupo no bastaba con ser un gran músico, había que tener algo más como la personalidad. Hicimos los deberes antes de decirle a nadie nada. Uno de los puntos fuertes de los primeros Whitesnake era el sentido del humor. Nos reíamos mucho».
Su posible prueba para tres grupos distintos
«Tras Purple me ofrecieron tres cosas. Tony Iommi, Dios bendiga hasta sus calcetines de algodón, me llamaba mucho y le decía «Tony, te adoro, pero se lo que quiero hacer». No veo mucho a Tony, pero le adoro. Creo que Sabbath son increíbles en lo suyo, pero no era algo que me gustaba hacer. Luego me llamaron de Uriah Heep. Son unos tipos adorables, pero no iban conmigo. Lo que mucha gente ignora es que me llamó un representante que me ofreció si quería formar parte de la banda de Jeff Beck, Andy Newmark, Jean Rosseau y Willie Weeks. Me habría encantado estar ahí en el 76».
John Sykes y otros músicos relacionados con Whitesnake
«Creo que la banda necesitaba a Cozy Powell y a John Sykes. Me llevé de teloneros a Thin Lizzy en una gira por Europa. Siempre tuve en cuenta el potencial de John, pero nadie le quería, ni Cozy, ni Martin Birch. No pensaban que encajara en el grupo cuando me lo traje desde Munich cuando grabábamos Slide it in. También hablaba con Michael Schenker y Adrian Vandenberg».
«A este último le hice una prueba, era un gran seguidor nuestro y le conocí cuando íbamos de gira con Ozzy. Estaba en el bar del hotel y le conocí. Creo que esto fue en Utrecht. Considero que Michael y Adrian son muy similares y melódicos a la hora de hacer un solo. Además, Adrian triunfaba con su tema «Burning heart». Él se negó a entrar en el grupo, pero mantuvimos el contacto. Siempre me comentó que fue la decisión más difícil de su vida. Le dije que terminaríamos trabajando juntos. Con Sykes el problema principal fue el choque de personalidades. Musicalmente no había problema».
«John y yo nos llevábamos bien. Habíamos escuchado todas las historias sobre mi grupo favorito, The Who, y el antagonismo entre Pete y Roger que se repite con Mick y Keith en los Stones. No me interesa tener esto en mi grupo. Quiero divertirme. Me gustan mucho los temas que escribió Sykes y no creo que sin su aportación hubiéramos conseguido tanto éxito».
«En 2001 o 2002 John dijo que le gustaría volver a componer conmigo. Me interesaba la idea, ya que estaba liado con unas maquetas. Hablamos y la energía negativa que arrastrábamos parecía haberse desvanecido. Me gustó mucho hablar con él. Creo que hemos sido nuestros propios jefes desde hace mucho tiempo. Toca muy bien y aprecio su trabajo».
El éxito de 1987
«No creo que el disco lo grabáramos con el objetivo de dar el pelotazo. Estaba en el hotel Mondrian en 1985 y no recuerdo a quien estaba viendo en la MTV. Pensé que tenía pelo en la cabeza para hacer temas menos aburridos. La noche antes de grabar el videoclip de «Still of the night» me fui a ver a Marty Callner (el director) y a su mujer, Aleeza. Ella fue la que me tiñó de rubio y me dijo que no me lo podía quitar porque se me caería el pelo. Llevaba el pelo más rubio en Purple».
«Cuando se editó el disco debía tres millones de dólares y en tres meses ya había pagado la deuda. Todo funcionó, ya que conté con Kalodner, un tipo que sabía que no se trataba de componer un buen riff, sino también una canción que enganchara al oyente. Sigo componiendo de la misma manera en la actualidad».
El disco con Jimmy Page
«Me llamó Rod MacSween, un promotor, para preguntarme si me importaba que le diera mi número a Jimmy Page. Fue unos meses después de decidir que iba a hacer un parón con Whitesnake. Le dije a Page que «ya sabes Jimmy, esto va a ser como un divorcio. No quiero que me distraigan. Si no te importa, vamos a dejar la idea, aunque me gustaría verte». Iba a viajar a Nueva York para hablar con los de Atlantic Records y habría sido de maleducado no verle. Nos vimos, conectamos, paseamos por Manhattan e incluso paramos el tráfico. Los taxistas nos preguntaban si íbamos a grabar algo juntos. Pensamos que iba a ser algo especial y que había que hacerlo».
«Lo mejor en la vida es tomar decisiones que evitan aquello que no te hace feliz. Tomé la decisión correcta. Considero que la parte creativa de mi relación con Page fue excelente. Soy un gran seguidor de Led Zeppelin. Page es un gran tipo con el que resulta muy fácil llevarse bien».
«El problema estuvo en que no salimos de gira. Nos quedamos en seis conciertos en Japón. No cambiaría nada de lo que pasó. Trabajamos tres años para grabar el disco y tocar seis conciertos. Me encanta actuar y componer con la intención de tocar en directo».
El estado de su voz
«Hubo un rumor sobre mi voz que no sé de dónde salió. Era una aberración. Como si un esquiador se rompe la muñeca. Solo necesitaba descansar mis cuerdas vocales. Lo raro es que no me pasase algo así antes teniendo en cuenta cómo cantaba. Fue un caso aislado que terminó en edema en las cuerdas vocales. En el disco se escucha que he vuelto a cantar sin problemas».
«Lo triste fue que me tuve que ir del escenario durante tres temas. Lo mejor es que conocí a los mejores foniatras del mundo. Si no llego a parar en ese concierto, quizá estaría muerto. Me dieron una lista de protocolos para cuidar mi voz y para saber qué tengo que evitar. Fui estricto y aquí estoy».
La fama y el futuro del grupo
«La fama no me importa lo más mínimo. Ya lo he hecho todo. Si la fama sirve para que alguien nuevo conozca mi música, estupendo. Como dice mi mujer, si te vas de gira tu hijo y yo nos vamos contigo. El día de mi cumpleaños estaré en un hotel en Londres o en Río de Janeiro pensando que soy un bastardo con suerte. La banda ahora es perfecta y quiero salir de gira. Sigo encontrando consuelo en el arte, los libros, las películas y la gente».
Esperamos tu opinión sobre las declaraciones de Coverdale.
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