Joe Bonamassa, feliz con su último disco de estudio
su felicidad por el resultado de tan esperado, y aclamado, disco. Sin ningún problema para reconocer sus errores define cada trabajo anterior.
«Siempre se podía poner una palabra para cada disco. The Ballad of John Henry (2009) era poco apropiado. Dust Bowl (2011) era americano y este último es blues. La idea era esa, hacer un disco de blues que aunque técnicamente no lo es sí se asemeja bastante».
La colaboración de Brad Whitford de Aerosmith fue fundamental, «fue importante porque él es un tío de rock, toca hard rock de siempre y eso te obliga a subir tu nivel un poco. Es un friki de las guitarras y siempre estábamos hablando de nuestras Les Pauls o de púas para tocar mejor. Se te olvida fácilmente que es la leyenda del rock que toca en Aerosmith».
Jimmy Barnes, Blondie Chaplin, Carmine Rojas, Pat Thrall y Anton Fig (batería que grabó Dinasty de Kiss) son también colaboradores en este disco. «La idea era volver al blues y al rock, me había acercado al heavy metal con el último disco y esto es un regreso a nuestros parámetros musicales».
«Creo que a nadie le gusta escucharme haciendo lo mismo que en Black Country Comunion. La banda me devolvió al negocio literalmente, supuso estar de gira y volver a estar en la industria. Mi carrera en solitario es distinta». Gran guitarra y gran persona el bueno de Bonamassa.
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