Korpiklaani y Metsatöll en la sala Caracol (Madrid): folk metal a medio fuego

Como os veníamos anunciando desde hace tiempo, hace algunas semanas nos visitaron los finlandeses Korpiklaani, quienes junto a Metsatöll se dedican en estos días a recorrer Europa para presentar su último disco de estudio, Manala. Miusyk estuvo en la sala Caracol de Madrid para contároslo:

Pese a que la apertura de puertas había sido programada para las 19:30 horas, no fue hasta un rato después cuando los primeros asistentes pudieron acceder al recinto, lo cual derivó en que se formase una fila de personas que doblaba la esquina de la calle Bernardino Obregón.

A las 20:40 de la tarde saltaban a escena los cuatro miembros de Metsatöll, quienes agradecieron la efusividad de los asistentes en el recibimiento con algunas frases en castellano. Ante varios paneles con el símbolo de la formación el cuarteto ofreció buenas dosis de metal aderezados con un elenco de instrumentos vistosos y poco comunes en el mundo del heavy.

El público respondió con creces, acompañando la música con palmas y cuernos al aire. Pasadas las nueve y media de la tarde se retiraban Metsatöll, acertado plato entrante. Los técnicos se afanaron en retirar los paneles, dejando al descubierto otros con símbolos de quienes pretendían ser los reyes de la noche: Korpiklaani. Podían verse 4 telones laterales y uno grande presidiendo el escenario.

Veinte minutos después de que los estonios rematasen su último acorde hicieron su aparición Järvelä y el resto de la formación que él lidera, con no muy buen pie. Los primeros cortes podemos considerarlos instrumentales, ya que la voz del cantante apenas sí conseguía entenderse bajo el sonido de los instrumentos. Problemas técnicos que explican un inicio flojo y una respuesta algo fría de los presentes en los primeros compases de la descarga.

Tras Tuonelan tuvilla o Ruumiinmultaa le llegó el turno a Juodaan viinaa, perteneciente al disco Karkelo de 2010, con su pegadiza introducción. El sonido sin embargo continuaba dejando que desear, más aún tratándose de una sala como la Caracol. Al menos tres cuartas partes del recinto se mostraba ocupado por seguidores del grupo.

Metsämies, Midsummer Night o Kipumylly fueron sucediéndose una tras otra mientras la calidad acústica iba creciendo a ritmo lento. Un solo de violín en torno a las 10:30 horas marcó uno de los momentos a recordar del concierto. Iron fist, canción de Motörhead versionada por los finlandeses fue recibida con gratitud, seguida por Lonkkaluut.

Más temprano de lo que cabría esperar sonaron los primeros acordes de Vodka, canción emblema de la banda, no sin que antes el vocalista se calentase las cuerdas vocales con un buen trago de este destilado. No hace falta que os diga que el público al completo se vino arriba con esta canción.

Tachadas de la lista de temas a tocar Ievan Polkka y Rauta, un joven disfrazado subió a la tablas. El traje consistía en una pieza bien llevada de peregrino con rastas, símbolo inequívoco de Korpiklaani. El seguidor se lanzó en brazos de la marea humana tras los correspondientes abrazos a los miembros de la formación.

Pasadas las once de la noche terminó Wooden Pints y los artistas desaparecieron. Al poco volvieron a aparecer para interpretar los bises, entre los que destacaron Tequila, dedicada a su público hispano y durante la cual el cantante fumó con fruición, y Beer, beer (Järvelä cantó «cerveza, cerveza» con marcado acento extranjero, e hizo equilibrios con una lata de Mahou sobre la testa, la cual terminó cayendo al suelo). El concierto dio fin con Happy Little Boozer.

¿Mi impresión? No fue el mejor concierto de Korpiklaani. No fue malo, pero podía haber ido bastante mejor, en cuanto a los problemas técnicos y acústicos se refiere, así como en la capacidad (probada en anteriores descargas) del grupo de animar a su público más de lo que lo hizo.

A continuación podéis pinchar en las imágenes para disfrutar de nuestra galería visual (por Francisco Reina):

Crónicas Folk Heavy Metal #Korpiklaani #Metsatöll #Sala-Caracol