Paul Stanley, traca final antes de entrar en el Hall of Fame
Paul Stanley ya es miembro oficial, desde ayer por la noche, del Rock n’ Roll Hall of Fame pero antes no dudó en conceder una entrevista en la que vuelve a dejar bien claro en qué consiste la «institución» parásita de las bandas de rock que ellos mismos escogen.
«Es una empresa, tienen un nombre muy bonito pero la gente de la calle no reconoce su valía. Es un club pequeño en el que los socios escogen a quién quieren como socio. Al final tuvieron que tragarse que nosotros estuviéramos pero sólo quieren a los cuatro miembros originales».
«Llevamos 40 años tocando y ahora se dan cuenta de que tenemos que entrar a pesar de las peticiones de la gente. He seguido el juego porque para nuestros fans es como una reivindicación y una confirmación de que somos muy grandes. Respeto enormemente a mis fans».
«Sobre lo que digo tengo un claro ejemplo. Eric Carr, nuestro batería, falleció a los 40 años de cáncer. La revista Rolling Stone ni lo mencionó demostrando así una crueldad enorme. Cuando un skater o un surfista se muere con una aguja en el brazo sí lo publican pero cuando fallece un músico que tocó delante de millones de personas y que tocó en discos de platino parece que no es tan importante. Así es el rock».
«La idea original era que tocásemos los Kiss actuales y que Peter y Ace se unieran, maquillados, a nosotros para tocar. Nosotros no somos músicos con los que te puedes identificar en el escenario, no llevamos vaqueros y camisetas, si llevas el maquillaje sólo puedes ser Kiss. Decidí no jugármela a la ruleta rusa con la participación de los citados». Más claro el agua.
Vía | Blabbermouth
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