Los Rolling Stones en Mérida: El concierto que nunca se celebró

Los Rolling Stones en Mérida: El concierto que nunca se celebró

Escrito por: Ramiro Ayala    4 mayo 2010     3 minutos

¿Os imagináis lo que puede suponer para una pequeña ciudad de 50 mil habitantes que sus mismísimas Satánicas Majestades se planteen como cierre de gira uno de los monumentos más significativos de la misma? Pues algo así pudo suceder en la capital de Extremadura hace casi 20 años, a tenor de lo contado por el que fuera alcalde de Mérida, Antonio Vélez, en su artículo semanal del periódico Voz Emérita.

Corría el año 90 y los «Rolling» se encontraban en la parte final del Urban Jungle Tour, una larga gira que les había llevado primero por EE.UU. y Japón y por buena parte de los países europeos, después. Relata Vélez en el artículo que un conocido representante artístico, Pepe Ayuso, le invitó al concierto que la banda británica ofrecía en el Vicente Calderón para ofrecerle la posibilidad de «algo espectacular«.

Tras la descarga de rock en el estadio colchonero, la misteriosa propuesta se concretó definitivamente en la recepción privada -con cuadro de flamenco incluido, como no- que se ofrecía a Jagger y los suyos. Nada menos que dar dos conciertos en Mérida, como «segundo cierre» tras el que iba a ser el último concierto de la gira en el estadio de Wembley. Y no contentos con eso, el recinto señalado por los promotores era el Circo Romano de la ciudad (abajo, en la foto), un espacio que los mentores de la banda consideraban que podía «unir lo anglosajón y lo latino, al ser un recinto de la antigüedad situado en el sur de Europa».
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Tal y como cuenta el ex-alcalde emeritense, cuando ya estaba todo atado, incluso lo que parecía más complicado, como la financiación de un evento de estas características (parece ser que Fortuna, que ya había patrocinado los conciertos de Madrid y Barcelona, estaba de acuerdo con la idea, así como otras entidades que «ponían» dinero, como Telecinco o el entonces mandatario de la ONCE, Miguel Durán), se desistió del asunto.

Y todo, porque de repente se cayó en la cuenta de lo que podía suponer tantísima gente (tal vez 100 mil personas, entre los dos días), con todo el «Rock and Roll» en el cuerpo, pisoteando un recinto de más de dos mil años de antigüedad. Esto, unido a los problemas de seguridad o al posible «desbordamiento» de una ciudad tan pequeña ante un evento de estas características, hizo «abortar» la «operación Rolling».

Aunque con el paso del tiempo Mérida ha recibido grandes conciertos, como el de los Iron Maiden, Deep Purple o al mismísimo Bob Dylan, no podemos dejar de pensar, con Vélez: «¡¡Madre mía, los Rolling en Mérida!! ¡¡Lo que pudo pasar y no pasó en aquella olla con dos milenios, cociendo!!

Vía | Voz Emérita


2 comentarios

  1. Manu Mateos dice:

    Como bien dices, Iron Maiden vino hace relativamente poco a Mérida, así como otras bandas de renombre… pero no al teatro romano 😉

  2. Ramiro Ayala dice:

    Sí, lo cierto es que en los últimos años Mérida no se puede quejar… además de los nombrados en el artículo, también han ido, repartidos en 3 festivales, Doro Pesch, Saxon, Iced Earth, Slayer, Toy Dolls, Jethro Tull, Ratos de Porao, Bad Religion, Misfits… No ha estado mal la cosa, jeje…

    Aunque lo de los rolling hubiera sido cosa fina…