Cuando se cumplen siete años desde su fallecimiento, la industria musical se decide, al fin, a editar el merecido tributo a José Ortega Heredia, Manzanita. Pese a su formación flamenca, Manzanita fue, como Rocío Jurado, uno de esos artistas que tuvo que ganarse la vida en otro ámbito, el de la canción ligera, en la que se hizo su propio hueco.
Cathy Claret, la autora, pese a que muchos no lo sepan, de Bolleré, es uno de esos genios inclasificables cuyos inicios en el mundo de la música son difíles de catalogar y de encontrar. Sin embargo, los seguidores de su trayectoria tienen la oportunidad de aclarar un tanto sus ideas al respecto con el lanzamiento de 1987-1991, el recopilatorio que lanza Chesapik.
Mucho se ha venido hablando del añorado regreso de Raimundo Amador, uno de los guitarristas imprescindibles del país y responsable en buena medida del acercamiento del flamenco a otras músicas gracias a sus experiencias en Veneno o Pata Negra y posteriormente a su interesante carrera en solitario. Tras cinco años desde que viera la luz su anterior disco, un recopilatorio, Medio hombre medio guitarra llega para paliar esa espera mostrándonos a un Raimundo mucho más cercano y directo.
Estos, como también es costumbre cuando hablamos de Raimundo Amador, proceden de diversos ámbitos musicales en los que el alumno predilecto de B. B. King en este rincón del mundo se inmiscuye sin contemplaciones y con éxito en la mayoría de las ocasiones. De esta forma, las colaboraciones vienen encabezadas por Antonio Vega, al que Amador admiraba, y que además de la letra de la canción aporta voz y guitarras.
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