Tony Levin recuerda cómo fue trabajar con David Gilmour

Tony Levin es uno de los bajistas más sorprendentes del mundo del rock. En una reciente entrevista recordaba cómo fue colaborar con David Gilmour.

Fue tras la marcha de Roger Waters de Pink Floyd cuando Gilmour llamó a Levin para que grabase el bajo del disco en el que estaba trabajando (A Momentary Lapse of Reason de 1987). «Me llamó para trabajar cuando Waters se fue e incluso declaró que ese sería el final de Pink Floyd».

«Nunca quise verme envuelto en polémicas, pero tenía muchas ganas de entrar en el universo del grupo y de grabar el bajo para uno de sus discos. Mi planteamiento era tocar lo mejor posible en parte como orgullo personal. Llevé al estudio el Chapman Stick, un instrumento que suelo tocar como un bajo. No es demasiado común, pero suelo utilizarlo en las grabaciones. Creo que David es un tipo fascinante y un caballero, es una persona maravillosa».

«Recuerdo que en un momento de la grabación decidí añadir algo, no se trataba de un riff de bajo, ni nada parecido, eran dos notas más de lo previsto. Cuando terminé la toma fui a ver a David a la mesa de mezclas. Sonrió y me dijo «Tony, en Pink Floyd no añadimos esas dos notas hasta más adelante. Tú no lo sabes, pero el resto del grupo sí». Es como si me dijera que mi idea era buena, pero antes había que terminar de perfilar cada canción y ya luego vendrían los arreglos. Me adelanté».

Tras una semana en el estudio, Gilmour le propuso a Levin ser el bajista en la gira del grupo. Él mismo reconoce que «fue una de esas decisiones que uno toma en su carrera artística, quizá la más importante. Les dije que no, ya que quise seguir con Peter Gabriel. Nunca me he arrepentido, pero quizá mi carrera habría cambiado si hubiera estado un año y medio de gira con Pink Floyd». Nunca lo sabremos, pero la anécdota que cuenta nos ha parecido de lo más curiosa.

Curiosidades Rock progresivo #David Gilmour #Tony Levin