Ryan O’Donell, entrevista en exclusiva para Miusyk (II)

Ryan O’Donell, entrevista en exclusiva para Miusyk (II)

Escrito por: David López   @FyDescritura    6 abril 2013     4 minutos

Entrevistamos al actor que protagonizó el musical de The Who "Quadrophenia" que ahora acompaña a Ian Anderson en su Thick as a brick 1 y 2 tour. Extensas respuestas de uno de los mejores intérpretes del rock actual.

En esta segunda parte Ryan nos cuenta cómo logró ser uno de los protagonistas del musical Quadrophenia, basado en el disco de The Who del mismo nombre, cómo fueron la gira, los ensayos y todos los detalles.

-¿Cómo entraste en contacto con los promotores de Quadrophenia? ¿Eras fan de The Who antes de los ensayos?

Mi mejor amigo hacía de Jimmy en la escuela de teatro en el que se hicieron los ensayos y las pruebas para el musical y fui a verle. Me quedé muy impresionado al escuchar el disco tocado por una banda de 12 músicos. Me encantaba el disco antes de escucharlo en esa ocasión pero ese hecho me hizo redescubrirlo.

Sabía que tenían pensado hacer una gira con el musical ya en plan más profesional, con una producción a alto nivel y estuve atento a los movimientos en este sentido. Dos años más tarde escuché un rumor de que habían convocado un casting y le dije a mi agente que se enterara para ir a la audición.

Aparentemente el director de la obra y el director musical sabían que yo iba a ser Jimmy desde el momento en el que canté el primer estribillo de «The real me». Sin embargo Pete Townshend no era de esa opinión debido a mi «pelo rizado» 😉

-¿Cómo te aproximaste a esa «Ópera rock»? ¿Estaban los miembros de The Who controlando los detalles de este proyecto?

La obra tenía previsto hacer una gira a gran escala y había mucho dinero para que fuera un éxito. Aunque había otras quince personas en la compañía, un coreógrafo y un director, la mayoría de la presión recaía en mí. Era una historia muy física para que los espectadores la vivieran y la pudieran entender.

No teníamos un guión para ensayar o trabajar. Sólo teníamos las palabras de las canciones para usarlas como frases. En la sala de ensayo había un montón de sangre, sudor y lágrimas y ensayamos cada día de los ocho meses de gira para intentar que cada representación fuera tan espectacular como la obra se merecía.

No creo que lográramos alcanzar ese objetivo. El elenco estaba bien. Los músicos eran buenos pero la forma de presentar la obra era errónea. Nos dimos cuenta de esto demasiado tarde. La verdad es que durante el proceso de los ensayos me acerqué a la obra desde un punto de vista negativo.

Me gusta saber, antes de comprometerme, por qué estoy haciendo algo y sobre todo qué es lo que se quiere transmitir con eso. Nuestro coreógrafo pasó mucho tiempo intentando convencerme de que me dejara llevar en el escenario, de que me volviera loco y de que viviera la rabia de la música. Ella nunca perdió su fe en mí y por eso le estaré eternamente agradecido.

Fue un proceso personal muy solitario todo lo referente a esta obra. Aunque estaba rodeado de otros quince actores en el escenario casi durante todo el musical y los ensayos, Jimmy estaba en un viaje hacia su interior y suponía un viaje muy personal.

Se trataba de una historia de rechazo y de conflictos personales en el interior de esa persona. Me sentí un poco apartado del resto del elenco que sí habían formado un grupo de amigos entre ellos. Esto sólo ocurría en los ensayos y en la representación, tras el trabajo éramos muy buenos amigos.

-¿Recuerdas alguna anécdota de la gira de Quadrophenia?

¿Alguna anécdota? Muchas. Tanto sobre el escenario como fuera del mismo. Veintidós adultos con una edad comprendida entre los diecisiete y los treinta años en una gira de rock es lo que tiene. Hubo un montón de «travesuras» que no puedo contar en una entrevista.

Recuerdo mucho una noche de borrachera en Edimburgo donde uno de los tipos de la compañía decidió tirarse dando vueltas por toda la Royal Mile. La noche antes de nuestra última representación Pete Townshend organizó una fiesta para todos en un club mod.

Cinco de nosotros no llegamos a acostarnos y nos fuimos directamente del hotel a la representación. En el descanso me quedé K.O. en el backstage y mi suplente tuvo que hacer el resto del show matinal y el de la tarde. No podía montar en moto. Otro de los cinco que no durmieron tuvo que cantar una nota alta y puedo decirte que su ropa interior no estaba precisamente limpia tras el esfuerzo. ¿Sabes a qué me refiero?


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