Adiós a la reina eterna del rock Tina Turner
Tina Turner nos ha dejado. A sus 83, y víctima de cáncer de intestino, arrastraba problemas de un transplante de riñón que no ha podido superar. Pero esto es solo el final médico de una cantante que se caracterizó por tener una carrera impecable en la que comenzó desde abajo para terminar siendo la reina eterna del rock.
Debutó en 1960 con «A fool in love» y no dejó de tener éxitos primero en Ike & Tina Turner y luego en solitario. Con bombazos comerciales como Private Dancer (1984) acumuló temazos como «The best» o «What love got to do with it».
Llegaron las grandes giras que reventaban estadios en todo el mundo. La imagen de Tina era fácilmente reconocible con su peluca y su falda corta. Con una de las mejores bandas de músicos de estudio que jamás han tocado en un escenario, no dudaron nunca en transmitir energía, fuerza, canciones y muchísima actitud.
Su participación en Mad Max y un último disco, Twenty for seven pusieron el punto final a una carrera de 40 años en la que gustó a todo el mundo por su elegancia, por sus temazos, por su voz y por ser totalmente distinta al resto.
Se retiró a Suiza, su marido le donó un riñón y poco a poco fue víctima del cáncer. Su última aparición pública fue en el funeral de su hijo. A partir de ahí, volvió a su mansión siendo de las pocas que aseguró que iba a ponerle punto final a su carrera y no se arrepentió. Que su viaje sea lo más llevadero posible. Nos queda el legado de una cantante impresionante que siempre vivirá gracias a su magnífica discografía.
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