El Blues & Ritmes acerca a Badalona la música americana de raíces de Jim Lauderdale
El festival Blues & Ritmes es uno de esos desconocidos y casi anónimos festivales (en comparación con los grandes eventos nacionales) que se encuentran repartidos por la geografía ibérica y que, sin embargo, cuentan con una programación envidiable a pesar de sus reducidos presupuestos.
Centrado en la música de nortemérica y en sus orígenes más profundos, el Blues & Ritmes ha sido capaz, en anteriores ediciones, de traer a Badalona a gente como Randy Newman, Booker T & The Mg’s, Mavis Staples o Ali Farka Touré. Esta edición de 2011, que fue ya inaugurada el sábado por el batería nigeriano Tony Allen, tendrá como principal reclamo la primera presencia en España de uno de los herederos del sonido de Nashville como es Jim Lauderdale .
Además del country y bluegrass de Lauderdale, tan difícil de escuchar a este lado del atlántico, los promotores del festival catalánhan preparado también dos sorprendentes actuaciones. Primero, la que realizarán los integrantes de la Music Maker Blues Revue, una reunión de viejos músicos que, agrupados cual Buenavista Social Club de la música blues, expondrán algunas de las esencias más puras de este género. Finalmente, y como broche final, el Blues & Ritmes recibirá el rockabilly de la pelirroja Kim Lenz, acompañada por los componentes de The Jaguars.
Como complemento al cartel, el músico catalán Mario Cobo (actualmente integrante de The Jaguars) ofrecerá, junto a su «otra» banda His Swingin’Stringers, un concierto en el vestíbulo de la nueva estación de metro de Pompeu Fabra el miércoles 30 de marzo a las siete de la tarde.
Por último, recordaros que los los precios y fechas concretas de esta apetecible edición del Blues & Ritmes son las siguientes:
– Viernes 1 de abril, a las 21.00h en el Teatro Zorrilla – Jim Lauderdale (20 €)
– Sábado 2 de abril, a las 21:00 en el Teatro Zorrilla – Music Maker Blues Revue (20 €)
– Viernes 15 de abril, a las 21:30 en el Teatro Principal – Kim Lenz & The Jaguars (18 €)
Vía | El Economista
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