Crítica de ‘Crucificados por el antisistema’ de Lendakaris Muertos (parte I)

Crítica de ‘Crucificados por el antisistema’ de Lendakaris Muertos (parte I)

Escrito por: Francisco Reina   @AltFloyd    29 marzo 2012     2 minutos

Primera parte de nuestra crítica del cuarto disco de estudio de los navarros Lendakaris Muertos, 'Crucificados por el antisistema', que ha salido de la mano de Maldito Records.

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Con Crucificados por el antisistema los navarros continúan la senda marcada en su carrera profesional y nos ofrecen 17 trallazos de irónica realidad. Tras el parón de un año que llevaron a cabo en 2011 los del oso panda vuelven para demostrarnos que siguen más vivos que nunca. Nuestra crítica da fe de ello.

Abre el disco A la calle, tema de actualidad en tanto que relaciona los movimientos sociales y el nivel de paro que vive en estos momentos el país. Estamos en esto por las drogas habla sobre el mundo de la música y de los rockstars, y se pregunta «¿Estamos en esto por las drogas o estamos en las drogas por esto?»

La rabiosa actualidad política del País Vasco llega de la mano de Simpatía por el de Bildu, tema en el que ironizan con la visión casi satánica que se da a esta formación, y en especial a Juan Carlos Izagirre, actual alcalde de San Sebastián. En Cómeme la franja de Gaza los Lendakaris nos hablan en tono humorístico sobre la situación de la mujer en Oriente Medio, en especial en Palestina. Esta canción con poco tacto fue el adelanto del disco.

Crítica a la relación entre inmigración y delincuencia que ofrecen algunos medios de comunicación es lo que encontramos en Una de rumanos. Que tiren la bomba es lo que piden en el track 6 ante un mundo que parece haberse vuelto loco.

Con una graciosa introducción vocal, Síndrome de Download critica el exceso de alguna gente a la hora de descargar ficheros de la web, bajando programas o archivos que no tienen siquiera intención de ver. Curiosa forma de enfocar un debate de acuciante actualidad. En 41 segundos que dura Pendientes de perla, los navarros realizan una parodia de las preocupaciones sexuales de la población, con un riff vertiginoso.

Lea también la segunda parte de esta crítica.