Crónica del Sun & Thunder (19/7/25) por Kike G. Caamaño

De mientras, la banda neerlandesa de Metal alternativo Blackbriar suenan en el Thunder Stage. Sonaron «Crimson Faces», «Arms Of The Ocean», «Harpy». Según nos cuentan sonaron muy buen (tónica del festival) y dieron un muy buen y oscuro concierto con la gran Zora Cock a la voz.

Y a subir cuesta toca…una vez más… (a esa cuesta hay que ponerle un nombre ya!…¿qué tal «Run To The Hills»?).Esperamos a ver arrancar a los veteranos alemanes Freedom Call en el mismo escenario donde han tocado Blackbriar. Power Metal clásico que gustó al personal (más numeroso esta vez) con algún que otro sonido pregrabado (hecho a constatar en bastantes otros grupos del festival, por cierto, sobre todo en teclados y coros) y bajamos la cuesta (otra vez) para cubrir un poco a Eluveitie. Los suizos hacen un folk metal con tintes Death y están liderados por su cantante Chrigel Glanzmann. A destacar las voces de Fabienne Erni. Instrumentos tradicionales y referencias a la mitología celta. Sonido y actuación perfectas.

Otros veteranos, los alemanes de thrash metal Tankard descargaron pisándose en horario con Uriah Heep en el escenario Thunder. Buen show, mucho público y mucho humor de los denominados por ellos mismos Kings of Beer.

A las 21.00 horas, nos disponemos a ver una de las mejores bandas (por no decir la mejor) del día: Uriah Heep. Y digo de las mejores porque su concierto fue memorable. Sonido perfecto, ejecución impoluta de cada uno de sus miembros: Bernie Show a las voces dio un espectáculo de profesionalidad y calidad sin fallo ninguno, Phil Lanzon mostró maestría a los teclados y voces (¡qué coros tan perfectos!), Davey Rimmer sorprendió a muchos por su efectividad al bajo y sus líneas elegantes, el fantástico británico Russell Gilbrock fue espectacular tras la batería y fue el peso fundamental del concierto, y por último, el líder indiscutible Mick Box demostró a sus 78 años, una vitalidad y una ejecución increíble, con un solo de guitarra acompañado por Gilbrock que sorprendió a los asistentes, que iban bajando del castillo de ver a los Tankard.

La banda fue lo mejor del festival por actitud, sonido, ejecución…muchos de los que me rodeaban no sabían casi nada de esta banda. Iban porque Uriah Heep es un gran nombre dentro del rock y no querían perderse a una gran leyenda, pero quedaron asombrados de la calidad que mostraron. Set list en el que no podían faltar sus grandes temas. Abrieron con «Grazed By Heaven», «Gypsy», «Overload», «Stealin´The Wizard», la gran «Sweet Lorraine», «Free & easy», «The magician´s birthday», «Sunrise», «July morning», y su éxito y tema más conocido «Easy Living» de su aclamado Demons & Wizards de 1972 para terminar. Épico.

La banda de black-folk metal irlandesa Primordial comienzan su show en el Thunder Stage. Nos cuentan que el show fue oscuro, ambiental, profundo, intimidante, penetrante….escenario a tope de gente que salió asintiendo con la cabeza de haber vivido un gran concierto. Sonaron temas como «To hell or the hangman» o «Empire falls».

Dan las 23.00 horas : los suecos Opeth salen a escena. Brutales. Desde el primer acorde tienen un sonido perfecto. De lo mejor del día, con Uriah Heep, sin duda. Mikael Akerfeldt estuvo soberbio (en el buen sentido de la palabra) tanto en voces (perfectas y mayoritariamente guturales) como tocando la guitarra. Es curioso como una banda tan seria es tan graciosa a la vez, ya que entre tema y tema, Akerfelt no paró de bromear con los numerosos asistentes, como cuando , antes de comenzar uno de sus temas, se refirió a que Accept tenía unos coros fáciles de hacer (cantando una parte del «Balls To The Wall») y ellos no, por lo que no quiso pedirles al público que coreasen su siguiente canción, si no que cuando no hubiesen voces, en las partes lentas cantasen cualquier canción que se les viniera a la mente: fue genial ver a la peña cantando coros inventados y canciones de otras bandas (uno que estaba a mi lado cantó «The Final Countdown»).

Fantástico el momento de presentar a sus compañeros de viaje por sus respectivos apodos impuestos además por el público chileno: Miguelito para Akerfelt y siendo el más graciosos y coreado el de su guitarrista Fredik Akesson (¡Peluca, peluca!). Pero aparte de estos momentos divertidos, el show de la banda es contundentemente envolvente y mágico. Gran puesta en escena con imágenes hipnóticas en su gran pantalla.

El set list abrumador: «Master´s apprentices», «The leper affinity», «The in my time of need», y una apabullante y magistral «Deliverance». Mucho prog oscuro con sonido personal y ejecución de diez. De lo mejor del festival.

A la una de la madrugada empezaban en el Thunder Stage los black polacos Batushka, cuyas letras están escritas al parecer en el antiguo idioma eslavo eclesiástico, enfundados en túnicas y encapuchados, ofrecieron un show cargado de misticismo, velas y liturgia ortodoxa. La gente salió muy sorprendida y contenta del show, o más bien del ritual vivido.
Y para terminar, en el escenario Sun, a la par que los Batushka salen, con cierto retraso la banda de los exMago de Oz, Kabrones.

No fue su mejor concierto, aunque empeño y ganas no les faltaron ni mucho menos: sonido deslavazado, con falta de coordinación, tanto José Andrea a la voz y Salva al bajo sufrieron las idas y venidas del sonido, hubo mucha espera entre tema y tema, sonido de guitarras un tanto enrarecido… y aunque el público bailó, cantó y disfruto de los temas («La leyenda de La Mancha», «Molinos de viento», etcétera), es verdad que los comentarios generales fueron un poco decepcionantes. Otra vez será.

CONCLUSIÓN

En definitiva: un gran festival, muy buen sonido en ambos escenarios, buena organización, entorno excelente, gran respuesta del público ante las bandas y gran ambiente. Gracias especiales a los organizadores del evento , a la gente de Z! Live y del Marenostrum Fuengirola, a los fotógrafos y gente de prensa y también, cómo no, a los que me habéis ayudado en los comentarios sobre algunas bandas que no pude presenciar en su totalidad.
Peros : la cuesta (¡ay esa cuesta!) y no tener un poco más de zonas de sombra.

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