Cuadragésimo aniversario de la muerte de Jimi Hendrix
Cuarenta años sin Hendrix es demasiado tiempo. El genio de Seattle murió a los 28 años formando parte del triste club de fallecidos a la misma edad (Morrison, Cobain). Su música perdura y nos demuestra que todo es posible en el rock y que pocas veces se ha explorado más la mente humana, la técnica y el carisma. Su legado sigue intacto.
Jimi comenzó a tocar a los 14 años la guitarra acústica, en el 58 le compraron la primera eléctrica y ahí empezó todo. Curiosamente suspendería música de forma sistemática en la escuela, tras huir de las aulas se alista en el ejército para ser expulsado del mismo ya que Jimi inventó que era homosexual y tenía que ser tratado por un psicólogo.
Los King Casuals, con base en Tennessee, fueron su primer grupo con el que tocó por gran parte del sur de Estados Unidos. No fue hasta el 66, tras un largo rodaje, cuando formó Jimmy James and the Blue Flames, ahí comenzó a forjar la leyenda y a consumir drogas.
Un encuentro con Chandler, bajista de los Animals, fue el comienzo de todo. Tras escuchar la incendiaria versión de Hey Joe le llevaron a Londres para firmar un contrato discográfico, comenzaba así la Experience. En junio del 67 llega el Monterrey Pop Festival y Hendrix sale del festival como una leyenda.
Are you experienced?, Bold as love y Electric Ladyland fueron sus 3 discos. Su show en Woodstock sigue siendo el ejemplo de lo que era el rock en los 70 pero, tristemente, Jimi fallece en 1970 en extrañas circunstancias. Algunos dicen que se ahogó él sólo en su propio vómito, otros que fue la negligencia en la ambulancia lo que le provocó la asfixia y otros que el manager le mezcló 9 pastillas para dormir con alcohol. Sea lo que sea Hendrix sólo murió físicamente, su música nos sigue llenando de inspiración. Larga vida a Hendrix.
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