Entrevistamos a José Miguel Valle, autor de Miguel Ríos y el rock de una noche de verano

José Miguel Valle es el autor de Miguel Ríos y el rock de una noche de verano. Le entrevistamos para que nos comente las claves de su obra. Te recordamos que la puedes comprar ya en este enlace y a partir del día 14 en tu librería favorita.

· Ante todo, gracias por responder esta entrevista para Miusyk. Tu monografía sobre el Rock & Ríos incluía un epílogo en el que repasabas la gira del Rock de una noche de verano. Te entrevisté entonces y me indicaste que «No contar nada de ella hubiese sido escamotear una parte relevante de la historia», ¿qué te lleva a comenzar un nuevo libro al respecto?

Como bien comentas, en el libro del Rock & Ríos incluí un epílogo en el que escrutaba de un modo sucinto El rock de una noche de verano. En aquel momento de hace ocho años estaba persuadido de que no iba a escribir nada más sobre esta etapa de Miguel Ríos. La investigación para verificar todo lo que aparece en el libro fue tan faraónica que me encontraba exhausto. Sin embargo, disponía de un aluvión de datos que me permitían al menos mencionar la existencia de El rock de una noche de verano, cuya citación no era extemporánea, puesto que nació como espectáculo con el propósito de presentar de un modo profesionalizado y digno el Rock & Ríos, que en el 82 vivió muchas encerronas y muchas indignidades de promotores codiciosos. En aquel febrero de 2015 me pareció que era una pena no compartir esos datos. Creía que de lo contrario nunca acabarían depositados en ningún artefacto narrativo. Es evidente que me equivoqué.

· ¿Qué se va a encontrar el lector en tu nuevo libro?

Se encontrará la continuación natural del libro anterior, con el mismo estilo narrativo y literario. He vuelto a utilizar la forma verbal del presente, a envolver el relato en una mezcla de reportaje periodístico y relato de no ficción. He investigado tanto o más que entonces. La hemeroteca fue mi segunda casa el verano pasado. Quería soslayar el sesgo de la desviación retrospectiva, tan usual en biografías y monografías. Muchas veces al recordar hacemos trampas, y utilizamos información absolutamente nonata cuando ocurrieron los hechos que se examinan. Concuerdo con los neurólogos que aseveran que lo más increíble de nuestros recuerdos es que alguno de ellos sea cierto. Tanto en el libro del Rock & Ríos como en este de El rock de una noche de verano neutralicé con documentación apabullante esta inclinación natural de la memoria a tergiversar el mundo pretérito. Quien lo lea lo advertirá enseguida. Y en el relato se encontrará una historia cuajada de tenacidad, heroicidad, epopeya, entusiasmo, pero también de incomprensión, cainismo, envidia, absurdidad, divergencia, polémica, crítica, anatematización. Y claro está, la presencia de un tipo de treinta y nueve años empeñado en trasladar el rock español a unas cotas que ni tan siquiera sabíamos que podían existir.

· ¿Ha sido el reencuentro de la banda para la celebración del cuadragésimo aniversario del Rock & Ríos el punto de partida de tu libro? ¿Has vuelto a hablar con los músicos que participaron en la gira que describes en tu obra?

No, la celebración ese concierto no fue el momento fundante del libro. Estuve con Miguel y los músicos aquella entrañable noche del Wizinc en camerinos, pero ese no fue el germen de este nuevo libro. El año pasado contactó conmigo Universal Music para que les ayudara con la reedición del Rock & Ríos en su cuarenta aniversario, y a la vez escribiera el libro que acompañaría el material reeditado. El libro quedó precioso, una referencia que se complementa muy bien con el publicado por Efe Eme. Aquellos días reactivé mi investigación y, aprovechando la inercia de este libro para Universal Music, me adentré en 1983, en qué sucedió para que Miguel Ríos hiciera una gira que ha pasado a la historia de la música española por su mística y por su condición pionera. Con quien más he hablado es con las personas que desde dentro de la organización diseñaron la monumentalidad de la aventura.

· ¿Con qué te quedarías de la gira del Rock de una noche de verano? ¿Cuál es la curiosidad que más te ha llamado la atención?

Sobre todo la capacidad de Miguel de hacer existir lo que antes no existía, su caudal imaginativo para pensar en espectáculos que cualquiera en aquel momento no dudaba en tildar de quiméricos y megalómanos. Su amor por el rock y por lo tanto su deseo de desestigmatizarlo y popularizarlo, sacarlo de las catacumbas en las que se hallaba, y todo ello apelando a la dignidad humana y al deseo de construir marcos de transformación personal y política más amables.

· A pesar de haber ido siempre años por delante del resto, ¿crees que a Miguel se le reconoce su labor artística en nuestro país o en España solo alabamos el valor de los músicos extranjeros?

Hubo un período en que citar a Miguel era un demérito. Su sobreexposición y su primado fueron tan categóricos que era esnobista ningunearlo o minusvalorarlo. Fueron años y años en que nadie lo citaba como referencia, un enmudecimiento generalizado que a mí me dolía porque lo consideraba injusto. Recuerdo que la primera vez que leí un elogio sobre él fue, ya entrados en el siglo XXI, a Quique González, y luego a Carlos Tarque. Lo sé muy bien porque hasta entonces la mudez era la tónica general. Desgracidamente necesitaremos más perspectiva y más estudio para evidenciar lo mucho que el rock español le debe al empecinamiento creativo de Miguel.

· ¿Qué piensas de que la banda vuelva a la carretera para tocar el repertorio de tan mítico disco en directo?

Soy renuente a resucitar mitos. Pero Miguel es muy inteligente y enseguida supo releer la fiesta del cuadragésimo aniversario del Rock & Ríos más como una celebración colectiva que como una empresa mimética. Él mismo lo ha dicho ahora. No es nostalgia, es un ejercicio vindicativo de la memoria. Tuve la suerte de ver el Rock & Ríos en directo en el verano del 82. Confluyeron una serie de circunstancias sociales y políticas que convierten en irrepetible aquella experiencia. Quien acuda este verano a alguno de los conciertos de la gira con el afán de revivir el Rock & Ríos original se decepcionará porque el humus cultural y político de donde se alimentaron el album y los conciertos ya no existe. Sin embargo, quien acuda a disfrutar y a recordar lúdicamente que el Rock & Ríos es el mejor directo de la historia del rock español se lo va a pasar en grande.
· Gracias de nuevo por tu amabilidad.

Gracias a ti por tu interés.

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