Fito y Fitipaldis- El monte de los aullidos (crítica)

El regreso de Fito Cabrales y sus Fitipaldis al panorama musical siempre es una grata noticia. ¿Como suena el nuevo disco de la banda?

El comienzo con el single «Los cuervos se lo pasan bien» nos lleva a territorios sonoros muy conocidos que abundan en la senda emprendida por el artista. Le sigue «El monte de los aullidos» con tintes más blues y con muchísima elegancia. Letra marca de la casa, el grupo brillando a gran altura y ese sonido tan peculiar forman una combinación perfecta. Los solos a lo Mark Knopfler son extraordinarios. Esos toques del saxo para engrandecer el sonido a lo big band convierte la recta final del tema en un perfecto ejemplo de todo el recorrido musical del combo.

«Volverá el espanto» tiene una intro que rompe la tónica anterior, la base es más rítmica y entronca con el rock más ochentero. «Como un ataúd» tiene más ritmo, entronca una vez más con el estilo de Dire Straits y va a ser todo un pelotazo en los conciertos. Canción para cantar a pleno pulmón.

«A contraluz» fue el segundo single y sorprende por su garra y por su dureza. Además, es una de las letras más potentes del disco. Otro temazo que resulta complicado desprenderse de la oreja. «La noche más perfecta» arranca con muchísima delicadeza, con una voz grabada en directo, con energía y provocando que te dejes llevar por su melodía que va del medio tiempo al blues más clásico.

«Marea imparable» llega con ritmos del otro lado del Atlántico y tiene tintes casi de corrido mexicano. Calma, porque no faltan los susurros de los arpegios y los desarrollos habituales. Brilla más la calma que la potencia en un corte de madurez musical que encaja muy bien con la actual etapa de la banda. «Una maldita suerte» se pasa casi al Dixie y se impregna del rock de los 50 con algún que otro recuerdo al tema «Bon voyage» de La orquesta Mondragón.

«Mentira y verdad» es uno de esos medios tiempos que han forjado la carrera y los éxitos de Fito. Otra gran letra, un sonido muy fresco y no poca calidad. «Ardi» es un tema instrumental del estilo de los incluidos en los últimos discos. El cóctel de sonido es interesante, aunque no novedoso.

El álbum se hace bastante corto y tiene grandes momentos. Lo que sí se observa es que Fito está muy a gusto en un espacio sonoro muy concreto y que no parece que tenga previsto moverse de ahí o probar nuevas opciones. Es cierto que en el disco hay dos o tres temas que se salen de lo habitual ligeramente, pero siempre en forma de medios tiempos pensados para deleitarte con su escucha.

Por lo tanto, si te gustan los tres últimos discos vas a alucinar y si te gustó el último y pensabas que ibas a encontrar una evolución pues no tanto. Sea como sea, el trabajo es la confirmación de que una banda que lleva ya décadas en esto, y luego cada músico por su cuenta otros tantos, sigue en plena vigencia y viviendo un merecido éxito. Que dure todo lo posible y a disfrutar de la gira.

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