Geddy Lee recuerda cómo se grabó Caress of Steel

Geddy Lee ha querido recordar en una reciente entrevista cómo fue la grabación de Caress of Steel. A veces, parece que se requiere un título musical para descubrir a dónde diablos va Rush.

A lo largo de su carrera, el poderoso trío canadiense siempre se ha enorgullecido de no tener nunca la misma idea dos veces, siempre buscando cosas más grandes y mejores en cada disco. Si bien la incorporación de Neil Peart puso las cosas en marcha en su segundo lanzamiento, Fly By Night, el período de adaptación no fue exactamente el más fácil.

Al pasar por su segundo disco, algunos altos mandos en el sello de la banda quedaron perplejos por el cambio repentino en la dirección de las letras. Dado que Peart tenía la tarea de escribir todas las canciones ahora, el catálogo de Rush pasó de canciones sobre el hombre común a incorporar repentinamente cambios de compás y lenguaje florido sobre tierras de fantasía. Aunque una canción como «Rivendell» puede haber sido hermosa por lo que era, ciertamente fue una desviación del mismo grupo que hizo «Working Man».

Lo más destacado de ese disco fue «By-Tor and the Snow Dog», una epopeya de casi ocho minutos que cuenta una breve historia sobre un hombre que se pelea con un perro de nieve y… digamos que no consigue salir vencedor. Aunque su sello podría haberlo visto como una distracción extraña, Peart previó el futuro en esta nueva canción.

Al acercarse a su próximo disco, Peart había comenzado con un gran concepto de canciones que se extendía aún más. Inspirado en actos como Yes y Genesis, el tercer álbum de la banda, Caress of Steel, presentó algunas de las canciones más ambiciosas de su carrera, incluida «The Fountain of Lamneth», que ocupa toda la segunda cara.

Si bien la otrora cara A cuenta con sencillos fuertes como «Bastille Day», parte del álbum comienza a sentirse un poco flácido. Mirando hacia atrás, el líder Geddy Lee recordó que algunos químicos estaban en juego cuando lo estaban grabando, recordando en Beyond the Lighted Stage: «Creo que estábamos bastante drogados cuando hicimos ese disco. A mí me suena así».

Aunque Peart se mantuvo orgulloso de lo que habían hecho con el concepto, su entusiasmo le desvió del mainstream cuando salió el álbum. La banda pasó de ser un grupo prometedor a flor de un día, tocando en lugares medio vacíos en todo el país.

Peart incluso recordó que el grupo se metió en una situación desesperada a mitad de la gira y dijo: «Solo tocamos en un puñado de shows, y muchos de ellos tuvieron poca asistencia, y el equipo de gira en ese momento comenzó a llamarlo ‘Cañerías abajo’». Si bien la ambición de Peart los llevó a su punto más bajo, también se necesitaría esa misma ambición para traerlos de vuelta.

No dispuesto a darse la vuelta y hacer material único, Peart hizo otro gran concepto con el álbum 2112, redactando una historia sobre un rebelde solitario que va en contra de una monarquía distópica a través del poder de la música. Si bien Rush se convirtió en uno de los actos de culto más grandes del mundo después de eso, Caress of Steel sigue siendo un disco ambicioso que les colocó en el disparadero para mejorar su carrera.

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