Ian Anderson opina sobre Roger Waters, el público y su nuevo disco

Ian Anderson le concedía una entrevista a Classic Album Review para hablar de todo tipo de temas.
Preguntado sobre el primer tema de Curious Ruminant, «Puppet and the puppet master», indicaba que «creo que siempre estamos al servicio de alguien. Tampoco es que sea algo original y no estoy diciendo que haya escrito una canción que va a cambiar la historia de la música. Más bien, es una metáfora usada ya millones de veces, pero vivo de esto y creo que lo del títere y el titiritero se aplica a cualquier cantante de rock».
«Algunos van de presidente del gobierno y sueltan unos discursos increíbles. Cualquiera que se sube a un escenario tiene un poder sobre quien le escucha. Al mismo tiempo tiempo somos títeres de alguien y titiriteros del público. La idea es encontrar el equilibrio entre ambas partes. El público tiene cierto poder sobre ti y tú sobre él. Al final del día siempre me tomo una copa de chardonay bien fría en la soledad de mi habitación de hotel. Sigo siendo libre sin tener que cumplir órdenes».
Del público indica que «en ocasiones, el público es volátil por temas culturales. Por ejemplo, en Brasil es frecuente que silben y que griten cuáles son las canciones que quieren oír. Para mí, es de una grosería enorme y aunque no me ha pasado en todos los conciertos que he dado en el país, es cierto que en la gira del año pasado me pasó en dos ocasiones. Digo lo mismo de Estados Unidos donde también están haciendo lo mismo. El personal no entiende que tengo que estar concentrado para tocar temas muy complicados. No me gusta que interfieran en ese proceso. Tampoco creo que me tengan que influenciar para que toque una canción concreta. Me quedo con la sonrisa de la gente al final de una canción o con el aplauso de los que verdaderamente saben cuándo tienen que aplaudir. Si fuera el presidente me tendría que fastidiar con preguntas poco apropiadas, pero no creo que nadie que va a ver una ópera, un ballet o una obra de teatro le grite a los que están en el escenario».
«En parte, todo viene de las grandes producciones en las que la gente se saca fotografías e ignora a quien está tocando. Desde que comencé a tocar en teatros en 1969 siempre he contado con un respetuoso silencio que terminaba en un aplauso al final de la canción. Quizá esto sea difícil de entender para algunos. Ocurre lo mismo con el uso de los teléfonos móviles. Siempre suena un amable aviso al comienzo del concierto en el que se indica que es posible grabar el último tema. El 95 % de las veces se respeta, pero hay conciertos al aire libre en los que ves un mar de teléfonos con el flash. He ido a conciertos y me he tenido que ir a la cuarta canción al parecerme el uso de los teléfonos algo totalmente vergonzoso lo de ver un concierto a través de la pantalla de la persona de al lado».
Del tema «Over Jerusalem», uno de los más destacados del disco, comenta que «creo que la ciudad podría ser el mejor ejemplo de convivencia entre religiones. No creo que lo de convertir Gaza en una zona turística sea adecuado para nadie salvo para la familia Trump que se va a beneficiar de semejante operación urbanística. Soy optimista sobre el futuro de Israel. He tocado muchas veces allí para conseguir fondos que ayuden a distintas religiones y culturas, pero también a proyectos educativos relacionados con la música».
De Roger Waters comenta que «me parece un pánfilo al hablar de Israel y de política. Además, tampoco es de fiar. Fui a visitar uno de los centros educativos para los que recaudé fondos y me comentaron que Waters había dado un concierto allí. Les dije que me pareció fantástico que alguien con su fama hiciera algo así. Me indicaron que se limitó a tocar, a cobrar su caché y a regresar a su casa sin dejar ni un céntimo de ayuda. En definitiva, su boicot a Israel se limitó a cobrar y a marcharse. Esto tampoco es aceptable y que conste que no quiero aprovecharme de una zona en guerra desde hace demasiado tiempo. Cuando organizo algo allí no lo hago a través de los promotores, de los que no me fío, sino personalmente para asegurarme de que todo el dinero va donde tiene que ir. Si Waters está en contra de que toque en Israel me parece perfecto, pero eso me confirma que estoy en lo cierto».
Respecto a los próximos lanzamientos de Jethro Tull, la caja de Living in the past y una posible remezcla de Under Wraps, indica lo siguiente. «Ambos tenían un sonido de batería que había que mezclar. De UW hace años que lleva parada la idea de remezclarlo. Warner quería hacer algo con ambos discos. Anuncio que la mezcla con sonido envolvente de LITP es increíble y que se han pulido las canciones para que los seguidores, y los músicos que participaron en el disco, lo escuchen lo mejor posible. Jimmy Page y Frank Zappa se encargaban de llevar a cabo las remezclas trabajando codo con codo con el productor y he hecho lo mismo. Alguien que no ha escuchado lo mismo tantas veces tiene un punto de vista distinto y siempre será más objetivo a la hora de decidir cómo afrontar la remezcla. También considero que las mezclas de sonido para los vinilos es mucho mejor que la de los 60 y los 70. Ahora se puede escuchar todo más claro. La caja incluirá tres o cuatro formatos y un vídeo».
Añadía que «la portada del álbum sugiere implantar la idea de que estas canciones sí pertenecían al mismo álbum, pero probablemente hubiera encajado mejor que algunas otras. El concepto erróneo que la gente le dio fue que algunas de las canciones que sí fueron al álbum Aqualung, pero las canciones del álbum fueron diseñadas para ser diferentes entre sí e intentar tener un rango dinámico y estilos musicales bastante amplios. Ya sabes, por las cosas que grabo con guitarra acústica y la voz y luego le agregué un cuarteto de cuerdas. Eso es bastante diferente a «Locomotive Breath» o «Cross-Eyed Mary» o algo así. Siguiendo con Aqualung, Thick as a Brick parece ser un poco como una versión de Mickey de toda la idea del álbum conceptual, pero cuando llegas a A Passion Play, ¿de veras te gusta un disco conceptual?».
«TAAB se convirtió en una especie de parodia humorística británica ligeramente surrealista del género tal como iba apareciendo y siendo retratado y comentado por los críticos musicales y le siguió álbum que la gente pensaba que era un álbum conceptual, pero no es así. Pensé que, bueno, vamos a darles la madre de todos los álbumes conceptuales y presentar algo realmente bastante escandaloso y ridículo y, por supuesto, fue un éxito y y luego pensé que quizás después de haber hecho una parodia de Mickey tal vez debería hacer algo más serio como un álbum conceptual como continuación y ahí estuvo el error de mis decisiones. Creo que me pasé de la raya en ese punto en la dirección equivocada y el intento fallido de hacer la continuación de esto fue un fracaso».
«Fue grabado en París, um, menos mal que fracasó porque tampoco era muy bueno y luego volver y empezar de nuevo con lo que se convirtió en otra obra. Fue un intento valiente y tenía música bien tocada y bastante complicada, pero al mirarlo en retrospectiva, no es un álbum que haya sentido que fuera, um, desde mi propio punto de vista personal, no creo que fuera adecuado, porque era demasiado denso, había metido demasiadas cosas en las canciones y sufría de lo que ahora encuentro muy irritante, que es el saxofón, lo que decidí, ya sabes, en 1974 pensé que ya está, lo voy a volver a poner en su estuche para siempre, nunca más lo volveré a sacar, de hecho, excepto cuando le di un saxofón a mi um, dos saxofones a mi nieta, que extrañamente decidió que quería aprender a tocar el saxofón, pensé que tal vez esté justificado abrir el estuche polvoriento y sacar el instrumento empañado y con mal olor una vez más». ¿Qué piensas de las declaraciones de Anderson?
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