Joy Division provocan una enorme polémica en Australia
El primer ministro australiana, Anthony Albanese, se puso una camiseta de Joy Division con la portada del disco Unknown Pleasures. La polémica estaba servida.
La prenda estaba a la venta en todo el mundo y seguro que la has visto en la estantería de una conocida franquicia. Nada habría sucedido si no fuera por Sussan Ley, del partido conservador, que criticó a Albanese, de centro izquierda, por llevar la camiseta el pasado día 23 de octubre.
¿A qué se debe la polémica? Pues a que según Ley Joy Division era una banda nazi que tomó su nombre, la división de la alegría, de una zona de un campo de concentración donde se forzaba a las mujeres de origen judío. Albanese, lógicamente, no ha pedido perdón por llevar esa camiseta.
Su compañero del partido laborista, Pat Gorman, ha comentado que «simplemente, llevaba la camiseta de un grupo que le gusta y que lleva a la venta décadas en distintas tiendas. Creo que hay asuntos más importantes que centrarse en que alguien lleve una camiseta de un grupo tan conocido».
Evidentemente, nadie duda de que la banda tenía muchísima calidad y que el suicidio de Ian Curtis fue decisivo para que se convirtieran en leyenda. Como bien indicó Peter Hook este mismo año «ninguno de nosotros nos imaginamos que 45 años después íbamos a estar aquí pensando en si Joy Division iban a tener el honor de forma parte del Salón de la fama del rock. Y todo con dos años de existencia solamente». Sin duda, el nuevo escándalo los devuelve a la actualidad.
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