Lemmy, los trabajadores del Rainbow recuerdan al icono del rock
Lemmy vivía, como muchos sabréis, a escasos cien metros del Rainbow bar and grill de Los Angeles. En un rincón de la barra andaba siempre jugando a una tragaperras. Su muerte ha provocado un gran shock en este garito tanto porque echan de menos al icono del rock como por los clientes que recuerdan su figura.
«Tengo que ir a orinar pero eso significa tener que quitarme los parches que llevo encima». Esta frase fue pronunciada horas antes de su muerte. Se recuerda todavía entre las paredes del Rainbow donde un Jack Daniels con cola cuesta nueve dólares y donde los fans y los trabajadores de Kilmister le siguen recordando.
Su esquina, en la que jugaba al póquer virtual, es ahora un lugar de peregrinaje para miles de fans de todo el mundo. Fuera del bar ya se ha montado un pequeño altar en el que flores y botellas de Jacks van poblando la acera en honor del legendario bajista y cantante. Ir al Rainbow ahora es brindar en su honor, recordar, como decía un trabajador, que «hace unos días estaba ahí en su sitio, tan tranquilo».
Uno de los parroquianos habituales comenta que «todo el mundo conoce una historia sobre Lemmy. Recuerdo una que sucedió el día de mi cumpleaños. Mis amigos se pasaron de rosca y comenzaron a romperlo todo en el bar. Lem le pasó al dueño un cheque en blanco para que pagara lo que otros habían roto. Él era como un libro de salmos, siempre con la frase acertada. Un día me dijo que estaba contento con ser como era y que no necesitaba ser nada más».
Otro cliente recuerda que «ya lo dijo en el rock and roll Hall of Fame. Si quieres ser una estrella del rock adelante pero has de serlo porque a nadie le interesa ver al vecino de al lado sobre un escenario, quieren ver a alguien de otro planeta». Ahora bien, su frase lapidaria es la siguiente «no esperes que nadie te de su aprobación si tú mismo no lo haces. Vuelve mañana por la noche, seguiré aquí en el Rainbow». Enorme Lemmy.
Vía | Billboard
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