Mark Knopfler y sus problemas para conseguir el tono de Money for nothing

Mark Knopfler y sus problemas para conseguir el tono de Money for nothing

Escrito por: David López   @FyDescritura    2 julio 2025    2 minutos

Nadie duda de que «Money for nothing» es uno de los grandes temas de Dire Straits. Lo que no sabíamos es lo problemática que fue su grabación.

Nadie duda de que «Money for nothing» es uno de los grandes temas de Dire Straits. Lo que no sabíamos es lo problemática que fue su grabación.

Ya sabrás que Sting colaboró en el estudio y que Knopfler obtuvo la inspiración de los comentarios del trabajador de una tienda de electrodomésticos a la que fue a comprar algo. Luego, el tema entró en esa obra maestra llamada Brothers in arms que este año cumple cuatro décadas.

Curiosamente, la canción fue el single más comercial del grupo, el videoclip fue el primero que emitió MTV Europa y el disco se concibió para el incipiente mercado del cedé que ya comenzaba a apuntar que el mundo de la música iba a cambiar para siempre.

Para ello, el disco se grabó totalmente con tecnología digital y esto llevó, según reconocen Knopfler y Guy Fletcher (teclista) en una entrevista concedida a Classic Rock, a pasarlo bastante mal en el estudio.

Mark reconoce que «todo lo relacionado con la grabación en forma digital era el inicio de un periodo tan interesante como arriesgado. Neil Dorfsman fue el productor e ingeniero y siempre estaba persiguiendo, no sin remordimientos, la perfección que es algo difícil de conseguir y que alcanzó de manera artesanal. Era un excelente ingeniero. Solía sentarme a verle trabajar y no podía decirme que me fuera porque era mi disco».

Durante la grabación fallaron algunas grabadoras digitales y el grupo tuvo que empezar de nuevo a grabar las canciones. Así, la grabación de «Money for nothing» llevó más tiempo de lo que se pensaba en un primer momento.

Omar Hakim grabó la batería, Guy Fletcher su parte con el teclado y solo quedaba que Knopfler hiciera su magia. Mark lo estaba pasando francamente mal porque quería replicar el tono de guitarra de Billy Gibbons y Fletcher recuerda qué sucedió exactamente.

«Uno de los asistentes de Dorfsman vio un micrófono cerca de un amplificador y lo movió de sitio. Todo el mundo le gritó «¡no lo toques!», pero cuando Mark metió la guitarra ese era el tono adecuado y la canción había encontrado su sonido». Curiosa anécdota, ¿no crees?

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