Robert Plant explica cómo afronta cada concierto
A Robert Plant le gusta tocar en todo tipo de conciertos y, a lo largo de una carrera que se remonta a cinco décadas y media, ha sido pionero en el rock. Ha sido el protagonita de enormes concierto en los que necesitas un telescopio para ver la última fila y de espectáculos en clubes donde puedes ver el blanco de los ojos de la audiencia, de jams, de festivales y de sesiones vespertinas. Hablando con Niall Doherty de Classic Rock en 2021, Plant explicó que todos eran lo mismo para él.
Cuando se le preguntó si echaba de menos tocar conciertos adecuados durante la pandemia, Plant dijo que no existía tal cosa. “Cada espectáculo es un espectáculo adecuado, porque tienes que hacerlo bien”, dijo. En ese momento, había estado disfrutando de sesiones con amigos, lejos del centro de atención. “Es muy cómico, intenso, pero muy divertido y simple en la forma en que surge y en la forma en que podemos movernos y viajar con varias personas”, explicó. “Simplemente nos presentamos y tocamos”.
“Cuando lo haces bien, como dices, entonces empiezas a jugar el juego que creamos. La banda en la que estaba en los años 70 fue bastante responsable de hacerlo grande. No teníamos otra opción. Tocamos para 72,000 personas en el Tampa Stadium”, continuó Plant, refiriéndose al gigantesco concierto de Led Zeppelin en 1977 en Estados Unidos en Tampa Bay, “y hubo una tormenta y corrimos para salvar nuestras vidas. No tuvimos teloneros, ni cubierta de escenario, nada, y tal vez dos tipos de seguridad vigilándonos. fue una locura. No sabíamos nada, nadie conocía cómo funcionaba el tema. Solo alguien dijo ‘Está bien, os llevaremos en helicóptero'».
Como era de esperar de un artista que ayudó a escribir el manual del rock en los grandes estadios, Plant dijo que nunca se puso nervioso antes de subir al escenario. De vez en cuando, sin embargo, había un poco de aprensión, reveló. “A veces dudo que tenga las habilidades para el trabajo”, dijo, usando sus duetos con la estrella y colaboradora de Americana Alison Krauss como ejemplo. “Es un desafío, no un desafío físico, pero para ser honesto, a veces tengo que recordar lo que Alison me dijo que hiciera. Veo sus ojos relampaguear hacia mí y luego se echa a reír. Eso es parte del encanto de todo el asunto. Es un circo, todo, así que ¿por qué no usar ocasionalmente los zapatos grandes y la nariz roja?». Esperemos que en septiembre su gira por España supere las expectativas que ha generado.
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