‘Roger Waters The wall’, la película que todo amante de Pink Floyd disfrutará
En los años de Pink Floyd como exponente consagrado en el universo de la música vio la luz The wall. Corrían las últimas semanas de 1979 y el frío dominaba las calles. El álbum conceptual ideado por Roger Waters y apoyado en las siempre admirables manos de David Gilmour narra las desventuras del rockstar imaginario Pink, y su descenso tras el horripilante muro que él mismo construye ladrillo a ladrillo.
Los 26 cortes de The wall -algunos de la excelencia de Hey you, Confortably numb, Mother o Goodbye blue sky– encumbraron todavía más si cabe al grupo del cerdo volador. Tras la separación de Pink Floyd, los derechos sobre la obra fueron a parar a quien más aportó (con diferencia) a la misma: Roger Waters, quien ha explotado su éxito hasta la saciedad nah, es imposible cansarse de este doble disco.
En los últimos años el ex-Pink Floyd llevó a cabo una gira bajo el nombre del álbum. Tras ganancias millonarias, la última aportación del músico es Roger Waters The wall, una película documental grabada por Sean Evans junto a Rue 2 Productions. En la misma se interpreta The wall completo y se intercalan escenas emotivas con Waters como protagonista.
En ellas Roger Waters inicia un periplo por media Europa. Podremos verle llorar junto a las tumbas de su padre y su abuelo -ambos caídos en la guerra-, tomarse una última copa en una fantasmagórica mansión y compartir vivencias y anhelos en la carretera. Evans logra transformar cada plano en trascendental, dota de peso narrativo profundo a la ligereza de cada mirada y capta en definitiva la esencia de Pink Floyd en los verdes campos franceses y en el caprichoso virar del asfalto.
La narración artificiosa se intercala y resulta acompañada por cada canción de diversos conciertos. La producción de la gira fue megalómana, necesitó de cientos de personas trabajando al unísono para su buen fin. Un espectáculo irrepetible para una gira que marcó la historia de Pink Floyd y de la música en su conjunto. El documental lo refleja con fidelidad.
Enormes cerdos sobre el público, apabullantes efectos de luces, coreografías y coros. Y, ante todo, un impenetrable muro de bloques blancos que crece a cada canción, a cada nuevo traspiés de Pink, a cada difunto en el camino de la Humanidad. Proyecciones sobre el muro y simbolismos precisos harán las delicias del espectador.
Músicos como Dave Kilminster, Snowy White, G.E. Smith, Jon Carin, Harry Waters, Graham Broad, Robbie Wycoff, Jon Joyce, Pat Lennon, Mark Lennon y Kipp Lennon acompañan a un Roger Waters lúcido y acertado tanto en la puesta en escena como en lo enérgico de su persona.
Nos encontramos ante un must see para cualquier seguidor de la música de Pink Floyd. Una cinta que revisar al menos una vez por año. Emotiva no sólo por la lírica y el significado de las canciones, ni por la genial e inigualable composición instrumental, sino también por el nuevo enfoque que un Roger Waters maduro da al conjunto. Roger Waters The wall era necesario, pese a quien pese.
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