Snowy White y el descontrol de Thin Lizzy

Alan Byrne comenta en su libro Philip Lynott: Renegade cómo Snowy White no pudo salvar a Thin Lizzy de su continuo descontrol.
Tras haber alcanzado el segundo puesto en las listas con el monumental Black Rose: A rock legend, la banda afrontó el abandono de Gary Moore y contrató a White para grabar dos discos: Chinatown (1980) y Renegade (1981). El motivo de contar con él fue que Gorham y Lynott le vieron tocando con Pink Floyd y decidieron que formase parte del grupo.
Byrne comenta que «aunque Chinatown llegó a estar entre los diez discos más vendidos en el Reino Unido, no tenía nada que ver con Black Rose. Además, Snowy White está en la banda, Brian Robertson y Gary Moore se habían marchado, aparecen por ahí Midge Ure y Dave Flett, de Mandred Mann, y aquello era un descontrol».
«Es ahí donde se nota que el crecimiento de Thin Lizzy entre 1974 y 1979 queda en agua de borrajas y la música empieza a sonar distinta. Además, White es un guitarrista de blues, como lo era Eric Bell, e intenta restarle agresividad al clásico sonido de las dobles guitarras de Gorham y Robertson o Gary Moore. Le dan la vuelta a todo y comercialmente no funciona su idea».
«No dudo de que hay grandes temas en Chinatown y en Renegade como «Sugar babes» o «The Pressure Will Blow», pero se le pedía otro tipo de material a la banda» sentencia Byrne. Nos gustaría conocer tu opinión al respecto de un punto de vista tan particular como curioso.
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