Thomas Raggi y el futuro de Måneskin

Thomas Raggi comenta en NME qué podemos esperar de su disco en solitario y de qué le depara el futuro a Måneskin.

Tras ganar Eurovisión, la banda hizo varias giras con mucho éxito de crítica y público. El merecido descanso llevó a Raggi a plantearse la edición de un disco, Masquerade, con el que ha roto múltiples moldes. «La verdad es que me inspiré en el disco que hizo Slash con un montón de compañeros. Allí estaban Lemmy y varios más. Compuse varias canciones, soy amigo de Tom Morello y hemos hablado mucho. Incluso me ha invitado a sus conciertos. Le comenté mi idea y creo que la buena relación que tenemos se nota mucho en el disco».

«Creo que la guitarra es el eje del disco porque todos los temas comienzan con un riff. Hay dos canciones con mi voz, es la primera vez que canto, y la verdad es que todo comenzó siendo un proyecto instrumental, luego le metimos una caja de ritmos y la voz fue lo último. He intentado cantar alguna melodía, pero antes me fui a clases de canto y me di cuenta de que mi voz tampoco era tan mala».

Tras comentar que siempre quiso que los colaboradores dejaran su sello en los temas en los que colaboraban, aclara que «Luke Spiller es un gran colega, conocía a Matt Sorum desde hace años, a Chad Smith lo conocí en los VMA y es muy amigo de Tom. Fue él quien me dijo que Chad estaba en el mismo estudio y cuando le pregunté si quería colaborar no lo dudó. Considero que todos los momentos de grabación del disco fueron especiales, pero la vez que toqué con Tom «Dungeons and dragons» fue muy divertida».

No olvida Raggi que también Damiano, de Måneskin, ha editado un disco en solitario sin que esto signifique el futuro del grupo sea incierto. «Ambos compartíamos la idea de experimentar con mundos diferentes, algo muy importante para un grupo. Imagino que cuando volvamos al estudio podremos aportar muchos elementos diferentes porque todos hemos afrontado distintos recorridos. Esto está muy bien y considero que ayudará mucho a que el proceso creativo sea más fluido. Siempre es bueno tener un espacio para experimentar. No hemos comenzado a componer, pero sí es cierto que tengo algunos temas que podemos probar cuando volvamos al estudio». Aclarado el futuro del grupo, solo nos queda disfrutar del disco de Raggi y comprobar que es un músico con un espectro sonoro más amplio de lo que parecía a simple vista.

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