Toonik, entrevista en exclusiva para Miusyk (I)

Toonik, entrevista en exclusiva para Miusyk (I)

Escrito por: David López   @FyDescritura    28 diciembre 2012     4 minutos

Son una de nuestras bandas predilectas, una de esas joyas que os hemos descubierto en este 2012. Cuando el año está ya dando sus últimos coletazos queremos publicar la entrevista que Toonik nos remitieron comentando todos los aspectos de su personal apuesta sonora. Si su disco nos sorprendió también lo ha hecho la forma de entender la música de un trío que tiene todo el 2013 para cautivarte.

-Ante todo gracias por responder a esta entrevista para Miusyk. ¿Podríais contarnos un poco como se gestó el grupo y vuestra historia?

Carlos Pino: Pues la cosa empezó a raíz de conocernos, Coki y yo, allá por el 2005 o 2006. Hicimos algunos bolos con gente diferente hasta que a principios de 2007 hablamos con Louis. Quedamos para vernos en el local y tener una primera toma de contacto. A los pocos días estábamos dando forma a temas que, cada uno por su lado, habíamos compuesto Louis y yo, y ahí estaba Coki para darles la homogeneidad que requerían. La conexión fue muy rápida, en poco tiempo ya teníamos un repertorio completamente nuestro, original, listo para sacarlo a la calle. En diciembre de ese año entramos en el estudio para grabar lo que sería, casi sin pretensión de que así fuese, nuestro primer álbum.

-Segundo disco, colaboraciones de lujo, proyecto autoproducido. ¿Riesgo, locura, ganas de controlar lo que grabáis o de todo un poco?

CP: Supongo que te refieres a que no tenemos sello discográfico ni distribuidora ni nada de eso… no considero que seamos un producto que pueda llamar la atención de ningún productor de ámbito
comercial, y, de momento, nadie nos ha dicho que le interese producirnos algo, así que la autoproducción es la única salida posible que tenemos.

-La mezcla de géneros musicales, sobre una base de jazz, es una constante en las canciones de Paisajes. ¿En qué terreno os sentís más cómodos musicalmente?

CP: Bueno, digamos que nos gusta improvisar y que exista algún espacio de libertad en los temas, para mí eso es parte de lo que yo entiendo por jazz pero como actitud, más que como estilo; es una
palabra muy grande y la usamos con todo el respeto del mundo. Cada uno de nosotros ha tenido experiencias musicales muy variopintas, y para mí lo importante es sentirme cómodo con los músicos con los que toco, lo del terreno… me gusta experimentar, pero la comodidad… eso ya depende de lo que yo sea capaz de tocar con un mínimo de conocimiento y control.

-Analicemos, si os parece bien, las canciones más destacadas de este trabajo. En «Lumière Zodiacal», «The fitht wave» y «Paisajes» exploráis un poco el terreno del rock progresivo mezclado con una música muy cinematográfica y con pinceladas sureñas. ¿Cómo surgieron
estos temas y qué pensáis de cada uno de ellos?

CP: Hostias… qué definición…. todo eso que dices es algo que sale de la propia musica y que a ti te evoca las sensaciones que te llevan a explicar de esa manera la estética de los temas, yo en ningún
momento me planteo definir lo que compongo. Sí que, en los ensayos, hablamos mucho de cómo tocar cada tema, cada parte de ellos, y probamos a tocarlos de mil maneras hasta que hay una de ellas que, de manera natural, decide sobre las otras. Los dos primero temas son composiciones de Louis, el tercero es fruto del trabajo en común y la experimentación durante los ensayos.

-La versión más funky de la banda se observa en «Toonik dance party» y «La machine franchutte». Resulta curioso encontrarse con dos temas así cerrando el disco y son un fuerte contraste con todo lo anterior. ¿Será este el camino sonoro que seguirá la banda para el próximo disco o bien son ejercicios con otros géneros musicales para ampliar el espectro de la banda?

CP: Esos dos temas describen la parte lúdica que siempre hemos sacado en los conciertos para acabarlos. Normalmente nos gusta terminarlos con temas más lineales en su estructura y ritmo, que
rompan con el resto del repertorio. Son temas gestados poco después de la primera grabación, y conservan el espíritu de los primeros ensayos y bolos y las ganas de tocar canciones con estructuras
muy sencillas. En realidad son el resto, los otros diez, los que muestran la dirección real que el grupo ha tomado en esta última etapa, en la que nos interesó practicar métricas irregulares, buscar
cambios de atmósfera y tiempo dentro de los temas y un contraste dinámico de estos en el contexto global del repertorio.


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