¿Cómo grabó Hendrix la versión de All along the watchtower de Dylan?

¿Cómo grabó Hendrix la versión de All along the watchtower de Dylan?

Escrito por: David López   @FyDescritura    2 octubre 2023     5 minutos

Hendrix convirtió All along the watchtower de Dylan en un tema propio. Repasamos la historia de tan celebrada versión.

Hendrix convirtió «All along the watchtower» de Dylan en un tema propio. Repasamos la historia de tan celebrada versión. Jimi adoraba la música de Bob e incluso se comenta que una noche le insistió a un DJ de Nueva York que pusiera «Blowin’ in the wind» lo que provocó que los que estaban bailando en la discoteca dejaran de hacerlo.

Jimi Hendrix

Es más, Hendrix pensaba que había una especie de unión entre su persona y Bob. Llegó a comentar que «hay temas suyos que parece que he escrito yo». En los días previos a la grabación de la versión se pudo ver al titán de Seattle con el vinilo de John Wesley Harding bajo el brazo. Según comenta Dave Mason de Traffic a Guitar World, «tenía fijación con el cuarto tema y me dijo que era la mejor canción del disco»,

Fue en enero del 68, justo un mes después de la publicación del disco, cuando Jimi comenzó a darle forma a su propia versión. Se encerró en los Olympic Studios de Londres y encendió la mesa de cuatro pistas disponible. Llamó a Noel Redding para que tocase el bajo, pero al final decidió tocarlo él mismo.

El productor Eddie Kramer recuerda que «eso cabreó bastante a Noel y se fue al bar». Mitch Mitchell tocó la batería y Jimi invitó a Dave Mason a que tocase una guitarra de 12 cuerdas, como indica Kramer «él toca la rítmica que le voló la cabeza a todo el mundo».

La grabación se terminó en 27 tomas. En un par de ellas colaboró al piano Brian Jones que apareció con una borrachera tremebunda por el estudio e hizo lo que pudo. Kramer recuerda que «Jimi jamás le diría que no a un compañero y Brian era una persona muy dulce. Apareció por la puerta y dijo ‘Dejadme tocar’. Fue en la toma 21 y lo único que se oye es ‘clang, clang, clang’. Era horrible y no seguía el ritmo del tema. A la segunda toma se levantó para marcharse y se cayó al suelo sin poder moverse».

En la grabación se observa cómo evoluciona la interpretación. Todo comienza con un rasgueo de Hendrix en una acústica al que se van incorporando los instrumentos creando una mezcla repleta de matices. Durante el verano del 68 el guitarrista decidió irse al Record Plant neoyorquino para grabar su voz y la percusión. En este caso, contó con una mesa de mezclas de 16 pistas. Según Tony Bongiovi, el técnico del estudio, «creo que nunca llegó a estar satisfecho totalmente con el resultado, lo que llevó a que siguiera haciendo grabaciones y cortando y pegando pistas distintas».

Pero Hendrix volvió con una obra maestra. El original había insinuado un apocalipsis inminente, con sus imágenes de gatos monteses gruñendo, vientos aullando y jinetes siniestros. Sin embargo, hay un límite al presentimiento que se puede invocar con una armónica acústica y aflautada.

Con su interpretación, Hendrix no dejó dudas sobre su estado de ánimo. Abriéndose con un sonido entrecortado de guitarra y batería, seguido de curvas de cuerdas que evocaban la alarma de un coche, la impresión sonora era la de un mundo girando fuera de su eje hacia la oscuridad, con un poco de la misma tormenta que se avecinaba en «Gimme Shelter» de los Stones.

No es de extrañar que décadas después, cuando el personaje de Tom Hanks patrulla la jungla infernal de Vietnam en Forrest Gump, sea la canción de Hendrix la que ponga la banda sonora a la escena. Hendrix admitió que no podía igualar a Dylan en letras. «Nunca podría escribir el tipo de palabras que él escribe», dijo.

Pero nadie, ni entonces ni ahora, podía tocar la guitarra como Jimi. Con el apoyo de una plataforma de producción que abarca todo, desde loops hasta efectos de cinta al revés, los solos que incluye la canción siguen siendo extraordinarios, Hendrix pasa de florituras empapadas de wah a embrujados desmayos hawaianos y al final trino de una sola nota.

Kramer recuerda a Jimi usando una Gibson Flying V y trabajando cuidadosamente su camino a través del solo de antemano. Pero más espontánea fue la forma en la que cogió cuchillos, botellas de cerveza y, finalmente, un encendedor Zippo para conseguir el mejor sonido posible. «Bueno, fueron muchos los dispositivos que utilizó», reflexionó el ingeniero en Total Guitar. «Un Zippo era uno de ellos, pero a veces se sabía que usaba sus anillos».

Lanzado en septiembre de 1968 como sencillo principal de Electric Ladyland, «All Along The Watchtower» no era tanto una versión sino una canción reescrita desde cero. Escucharla era casi olvidar la existencia del original, que ahora parecía perder en la comparación. El tema alcanzó el puesto número 5 en el Reino Unido y el puesto 20 en los EE. UU., lo que la convirtió en el gran éxito de Hendrix en su tierra natal. Hasta la fecha, se ha reproducido en Spotify más de 640 millones de veces, más del doble del total de la canción que ocupa el segundo lugar, «Purple Haze».

En cuanto a Dylan, se mostró magnánimo y apenas podía creer lo que había creado. «Me abrumó, de verdad. Tenía tanto talento que podía encontrar cosas dentro de una canción y desarrollarlas vigorosamente. Encontró cosas que a otras personas no se les ocurriría encontrar allí. Probablemente lo mejoró por los espacios que estaba usando. De hecho, me quedo con su versión y continúo tocándola hasta el día de hoy». Esperamos tus comentarios al respecto de este capítulo de la historia del rock.


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