Crónica del concierto de Jethro Tull en el Tío Pepe Festival (12/07/25)

Crónica del concierto de Jethro Tull en el Tío Pepe Festival (12/07/25)

Escrito por: David López   @FyDescritura   6 minutos

Jethro Tull regresaba por tercera vez a Jerez para repetir en el Tío Pepe Festival con la gira The seven decades.

Jethro Tull regresaba por tercera vez a Jerez para repetir en el Tío Pepe Festival con la gira The seven decades.

Jethro Tull Tiopepe 2025

Si hace seis años Ian Anderson tuvo que salir a tocar en pantalones cortos por el calor, ayer lo hizo hasta con un pañuelo al cuello porque la noche estaba bastante fresquita, lo que se agradece.

El fantástico entorno del escenario te invita a ir entrando en el ambiente del concierto. De hecho, Radio Camaleón se marcaron una versión de «Sultans of swing» que terminó con una ovación del respetable que andaba ya mirando el puesto de las camisetas, a 30 euros la tirada, y tomándose un Tío Pepe con un aperitivo.

Llegó el momento de acceder al recinto del concierto y comenzaron a aparecer los Tullianos, británicos residentes al sur de la provincia de Cádiz y las caras de siempre luciendo un amplio surtido de camisetas oficiales y piratas. Se notaba la electricidad en el ambiente y que el concierto iba a ser muy especial.

Nos pareció todo un acierto que Anderson comenzara con «Beggar´s farm» para ir calentando la voz progresivamente (nunca mejor dicho). Luego llegaron «Some day the sun won´t shine for you», Anderson presentó al guitarrista como «John Clack» y comenzó a reírse, y tras un vídeo de Jeffrey Hammond llegó «A song for Jeffrey».

Fue coger la guitarra y decir 1972 y el público sabía lo que se le venía encima. La versión más corta de «Thick as a brick» comenzó a demostrar que Jack Clark es un guitarrista que atesora lo mejor de Martin Barre y la versatilidad de Florian Opahle. La ovación fue más que merecida. Eso sí, Anderson, tras comenzar con el famoso punteado acústico se equivocó y tuvo que tocarlo por segunda vez.

Si bien «Mother Goose» le sirvió a Ian para no esforzarse en lo vocal, con «Songs from the wood» volvió con fuerza apoyado por Goodier en los coros. Llegó el momento de recordar al gallo que está en la veleta de la casa de Ian con una impresionante versión de «Weathercock» que nos sorprendió gratamente.

Gracias a «The navigators» pudimos recordar la potencia de Rökflüte con un Clark bastante cañero y con Scott Hammond reventando su kit a golpe de baqueta. «Curious ruminant» sonó bastante mejor que en el disco gracias a distintos fraseos de guitarra que enriquecen la melodía principal. El final de la primera parte llegó con «Bourrée» donde Anderson se perdió algunas notas con la flauta y en cuya parte central Goodier cambió la versión clásica por unas variaciones dobladas por la guitarra de Clark más que acertadas.

Tras un descanso de 15 minutos, el grupo regresaba con «My God» donde nos perdimos la primera melodía de flauta al habérsele olvidado a Ian encender su receptor inalámbrico. También se incluyeron algunas pequeñas novedades en los tonos y en las melodías que engrandecieron un tema tan monumental como imprescindible.

La inclusión de «The zealot gene» le dio un tono más cañero a esta parte del recital. Posiblemente, es en la canción donde la nueva producción, por fin nos hemos librado de la pequeña pantalla de vídeo con lucecitas giratorias, brilla con luz propia. «The donkey and the drum», un tema inédito de 2007, sirvió para que Ian tomase aire antes de afrontar la recta final del concierto.

Sin duda, «Over Jerusalem», con ese aire a Thick as a brick 2, es el tema más destacado del último disco del grupo. En directo sonó bastante mejor que en el álbum y es muy probable que se quede en el repertorio al incluir todo tipo de pasajes sonoros y una magnífica interpretación.

Por fin pude escuchar en directo «Budapest» en su versión más larga. Fue uno de los grandes momentos de la noche lo de escuchar las distintas melodías mientras en la pantalla se proyectaban imágenes de la capital húngara. Con «Aqualung» en su nueva recreación llegaba el final previo al bis que, como no podía ser de otra manera, fue «Locomotive breath». El personal, al igual que hizo durante todo el concierto, prefiere ver en una pantalla lo que tiene delante, pero cada cual disfruta como más le gusta. Y hasta aquí la crónica de lo que se vio en el escenario.

Ahora vamos a comentar los detalles que más nos llamaron la atención en lo relativo al concepto de esta gira y, sobre todo, a si Anderson puede, o no, seguir de gira varios años más. La gira repasa con acierto las siete décadas de música del grupo con una adecuada producción repleta de vídeos y con una iluminación más acertada que la de giras anteriores.

Respecto al gran problema de Anderson, la voz, debo decir que de las seis veces que le he visto en directo, tres de ellas en Jerez, esta ha sido la mejor con diferencia. Todos sabemos qué sucede cuando pulsa el pedal que tiene en el suelo, pero ayer no hubo exceso de pulsaciones hasta las tres últimas canciones. Encontrar el tono adecuado, medirse en los esfuerzos y no tener que cantar a diario le han ayudado mucho a recuperar su dignidad y a no hacernos sufrir al comprobar que no llega a ciertas notas.

Si no he nombrado a John O’Hara es porque lo quería dejar para el final. Su labor callada, sus poses, sus pinceladas y su dirección musical son esenciales para que el concierto suene a la perfección. Ignoramos cuántos años le quedan a Anderson en activo, aunque ya ha comentado que tiene unas dos o tres canciones compuestas para un próximo disco, pero ahí estaremos para seguir convirtiendo ir a uno de sus conciertos en un rito que nos confirma que es uno de los mejores compositores de la historia del rock y que a pesar de ser un tipo ligeramente antipático, su trabajo sobre el escenario merece ser visto y admirado por muchos años más. Que así sea.

Posdata: nuestro más sincero agradecimiento a la organización de Tío Pepe Festival y especialmente a Helena, jefa de prensa, por facilitarnos que pudiéramos ver el concierto desde una zona privilegiada y por su amabilidad. El próximo concierto de rock del festival es el de Carlos Santana. Tú verás si te lo pierdes.

Imagen | Adrián Fatou

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