Crown Lands editan Ritual I, un EP instrumental
El dúo canadiense Crown Lands lleva unos cinco años reviviendo la grandeza de sus paisanos Rush. Su nuevo EP, Ritual I, vuelve a sorprender.
La banda ha firmado con InsideOutMusic para la distribución de sus trabajos a partir de ahora. Cody Bowles, batería y cantante, y Kevin Comeau, guitarra y bajo, están ya trabajando en su tercer disco, pero han decidido editar antes dos EPs instrumentales, Ritual I y Ritual II, en los que exploran nuevos territorios sonoros.
En ambos casos, han utilizado baterías, sintetizadores y percusión para tejer un entramado de temas que no suena a nada similar a lo que hayan grabado con anterioridad. Comeau comenta que «el proyecto intenta subrayar una parte distinta de nuestro sonido. La parte más eléctrica está repleta de energía y de drama, pero estos lanzamientos buscan más la contemplación y la meditación que son, precisamente, los pilares sobre los que se basarán las letras de las canciones de nuestro próximo disco».
Bowles añade que «espero que ambos lanzamientos ilustren muy bien nuestra conexión con el mundo natural y que sugieran una nueva manera de escuchar nuestra propia conciencia que siempre está ahí observando, pero sin intervenir en nuestro libre albedrío, aunque sí en nuestros pensamientos. Cuando escucho este EP intentamos centrarnos exclusivamente en vivir el presente que, por cierto, es muy tranquilo y bello».
Thomas Waber, de InsideOutMusic, comenta que «considero que Crown Lands es una de las bandas jóvenes más interesantes dentro del rock progresivo y nos encanta poder editar sus próximos trabajos».
Ritual I fue grabado durante la pandemia. La banda aprovechó el tiempo, ya que no podía ni entrar en el estudio, ni salir de gira. Bowles confirma que «supongo que el disco fue nuestro acto de rebeldía contra el encierro en un periodo en el que muchas luces familiares comenzaron a apagarse mientras atronaba un silencio ensordecedor. Grabar esto fue como iluminarse con una luz tenue en plena oscuridad».
Comeau añade que «la grabación se realizó en un periodo muy tumultuoso en nuestras vidas. Justin Meli lo produjo en la B Room de los Chalet Recording Studios. Fue como un oasis dentro de la niebla de la pandemia, no teníamos ningún tipo de presión como cuando grabamos un disco en el que siempre intentamos conseguir un sonido más accesible para todo el mundo». De ti depende disfrutarlo ya.
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