Doro y Seven en la sala Caracol (Madrid): ¡larga vida a la Reina del Metal!

Doro y Seven en la sala Caracol (Madrid): ¡larga vida a la Reina del Metal!

Escrito por: Francisco Reina   @AltFloyd    28 noviembre 2012     7 minutos

El pasado sábado 24 de noviembre tuvimos la suerte de asistir al concierto que Doro ofrecía en la madrileña sala Caracol con Seven como banda invitada. La alemana demostró que sigue en la brecha y nos dejó un concierto para enmarcar. Esto fue lo que sucedió durante la velada:

Al contrario de lo que sucedió en la descarga de Kamelot dos semanas antes, no vimos una larga cola de personas doblando la esquina de la calle, pese a que durante el tiempo de la alemana la sala se mostrase hasta los topes. Dos euros por prenda en el guardarropas y accedemos al recinto.

A falta de cinco minutos para las ocho de la tarde saltó a escena el cuarteto Seven para comenzar a caldear el ambiente. Y vaya si lo lograron. Con un heavy metal de corte clásico muy acorde a lo que vendría más tarde sorprendieron al público que llenaba ya más de la mitad de la Caracol con maestría a los intrumentos y actitud. Ante su propia pancarta demostraron originalidad al tocar sus guitarras con… ¡máquinas de taladrar! Sí, las mismas que usamos para colgar cuadros. Heavy 100%.

El resto de la escenografía la componían unos soportes para micrófonos que emulaban cadenas de metal, vestimenta oscura aderezada con botas New Rock, pelos largos y pieles tatuadas con iconos de bandas como Rage. Todos los presentes nos hallábamos en nuestra salsa, en resumidas cuentas. El concierto se desarrolló entre solos de guitarras de siete cuerdas y bajos de cinco, con canciones como No surrender o Get it.

El vocalista apelaba al respetable de continuo, instándonos a dar palmas y esgrimir cuernos hacia el cielo. Como regalo final pudimos ver cómo guitarra y bajista tocaban el instrumento del otro, dispuestos éstos en las espaldas de sus dueños. A las nueve menos veinte se despedían Seven ante la ovación de los presentes, que habían disfrutado de una buena aunque breve descarga.

Algo más de media hora después (¿tanto? Pues sí), a la nueve y cuarto, saltaban sobre el escenario los músicos que acompañan a la gran Doro Pesch en su periplo musical por el mundo. Al poco era la propia vocalista la que provocaba el gritos de admiración y felicidad al entrar en nuestro campo de visión como una exhalación. Hellraiser y I rule the ruins fueron los primeros cortes en ser interpretados para regocijo de todos.

La fiesta fue total de principio a fin del concierto, con numerosos headbanging (movimientos de cabeza al ritmo de la música) tanto en la tarima como fuera de ella. Los miembros de Doro -ella incluída- se mostraron muy cercanos, chocando manos con las primeras filas entre cada canción. A continuación cayeron Burning the witches, Fight for rock y Night of the warlock.

Si miraba hacia atrás podía ver un mar de cuernos y cámaras compactas, así como a alguna que otra chica subida a hombros. Pese a lo que se pudiera pensar, no todos los asistentes pasaban los cuarenta años, pues aunque minoritarios, podía verse a algunos asistentes más cercanos a los 20 años que no habían dudado en acudir a la llamada de un mito del heavy metal internacional como Doro Pesch.

Decoración con calaveras y luches, y como fondo una pancarta enorme que mostraba la portada del último disco de la alemana, Raise your fist, cuyo primer tema no tardaría en caer, al tiempo que todos levantábamos nuestros puños al aire. Hellbound, True and steel o Für Immer, entre otras canciones, nos transportaron hasta el equinoccio del concierto, que vendría marcado por un espectacular solo de batería.

El percusionista, sin camiseta durante toda la descarga, se lució sobremanera llegados a este punto. Su interpretación duró varios minutos, y aun así muchos no queríamos que tocase a su fin. Ritmos frenéticos, golpes precisos, alternados con momentos más rítmicos e interactivos, que incluyeron gritos acompasados por parte del público y una versión del We will rock you de Queen que animó todavía más el ambiente. Sin duda uno de los momentos memorables del concierto. Todo un crack el batería.

Tras dejar claro que We are the metalheads le llegó el turno a Revenge, también incluída en el último álbum de Doro, y a continuación a una de las composiciones más emotivas que pudimos escuchar aquella noche, también perteneciente al Raise your fist. Dedicada al fallecido Dio, la balada Hero hizo que algunos balanceasen su mechero en alto, como solía hacerse en gloriosos tiempos pasados. «Él vive en nuestros corazones», sentenciaba la vocalista ante un «he´s not dead» proveniente de la sala. Gritos de «Dio, Dio».

Si de clásicos inmortales iba el juego, no podía faltar una versión de una de las bandas de heavy metal más importantes de la Historia. Breaking the law de Judas Priest fue coreada desde la primera fila hasta la última.

Quiero resaltar lo participativo de los asistentes. Acostumbrados estamos a ver actividad en las primeras filas y desganada contemplación en las últimas. En este concierto no se dio así. Desde todas las esquinas del recinto se alzaban cuernos y signos de gozo. Gratamente asombrado, me quito el sombrero ante el fervoroso público de Doro, garante de la esencia del heavy metal.

A la excelente All we are le siguió ese Metal tango tan poco bailable que Warlock crearon hace años. Sobre las tablas los músicos se mostraban hiperactivos, jaleando a la masa, pegando saltos de un lado para otro y dando en mano alguna que otra púa de guitarra. Doro por su parte entregaba en ocasiones y durante algunos segundos el micrófono a afortunados fans en la primera fila para que cantasen los correspondientes versos.

Las dos últimas canciones del setlist fueron Warrior soul y Burn it up. Eran las once de la noche y entre gritos que coreaban su nombre Doro tuvo la amabilidad de dedicarse a firmar entradas desde el escenario, lo cual la honra y da pistas sobre porqué lleva más de 30 años viviendo del mundo de la música sin que su popularidad haya decaído en absoluto. Un icono tanto por su dedicación como por su cercanía, una persona a valorar y a tener como ejemplo.

Como podéis comprobar en esta crónica, el pasado sábado vivimos un conciertazo en la sala Caracol, con músicos que se dejaron la piel y una Doro Pesch que demostró una vez más que sigue siendo un referente del buen hacer en directo. Lamento si pensáis que me muestro maniqueo, pero no puedo faltar a mi verdad de los hechos.

Durante el evento en Madrid pudimos escuchar de boca de la propia Doro que estará actuando en el festival Leyendas del Rock 2013 (Villena, días 8, 9 y 10 de agosto) junto a bandas como Sabaton, Medina Azahara, Ensiferum, Saratoga, Obús o Lujuria. Ya sabéis: tenemos una cita con la Reina del Metal este verano en tierras alicantinas. Podéis ver una galería fotográfica del concierto al final de esta crónica.

Este fue el listado completo de canciones que Doro interpretaron en la sala Caracol de Madrid:

1. Hellraiser
2. I rule the ruins
3. Burning the witches
4. Fight for rock
5. Night of the warlock
6. Hellbound
7. True and steel
8. Metal racer
9. Für Immer
10. Earthshaker rock
Solo de batería
11. You are my family
12. We are the metalheads
13. Revenge
14. Hero
15. Breaking the law (versión de Judas Priest)
16. All we are
17. Metal tango
18. Warrior soul
19. Burn it up