Entrevistamos a Óliver, creador de Somos el viento, un proyecto instrumental de alta calidad

Óliver es el músico que está detrás de Somos el Viento, un proyecto musical instrumental que mezcla distintas tendencias dentro del rock. Seguro que te sorprende.

– Somos el Viento es un proyecto de lo más interesante que apuesta por lo instrumental y que no obvia la creación de atmósferas sonoras diversas. ¿Cómo se te ocurrió la idea de poner en marcha semejante idea?

La idea de Somos el Viento nace de una necesidad muy personal de expresarme sin palabras, dejando que la música hable por sí sola. Siempre me han atraído los paisajes sonoros y la forma en la que una composición instrumental puede evocar imágenes, emociones o recuerdos sin necesidad de un mensaje explícito. Es un proyecto que me permite explorar libremente diferentes estados de ánimo y texturas, como si fueran paisajes que van cambiando con el paso del tiempo

– ¿Podrías contarnos cómo fue la grabación de Mar Negro? ¿Compones como Zappa, con una grabadora en la mesita de noche, o las ideas te surgen mientras estás trabajando?

Mar Negro fue un proceso largo pero muy gratificante. Lo grabé en mi pequeño estudio, a ratos, combinándolo con mi vida familiar y laboral. No sigo un método fijo para componer; a veces las ideas surgen en el momento más inesperado, y otras veces salen al sentarme con un instrumento en busca de una emoción concreta. Grabo muchas ideas en el móvil, otras en el ordenador, y luego las voy desarrollando poco a poco. No tengo una grabadora en la mesita de noche como Zappa… pero reconozco que no es mala idea.

– Durante la escucha del disco es posible comprobar algunos contrastes que dejan bien claro que los complejos no van contigo. Así, pasas de «Nomad» (con riffs a lo Iommi) a «Parachute» (con bases electrónicas) y de ahí a «Fragments» (con pinceladas de los mejores The Cure). ¿Cómo encajas tantas tendencias distintas en un mismo disco? ¿Consideras que es un álbum de rock progresivo en lo que respecta a contar una historia a través de varios paisajes musicales?

Me alegra mucho que lo veas así. Para mí, cada tema es como un capítulo diferente dentro de una historia más amplia, no me gusta limitarme estilísticamente si el viaje emocional lo pide. Al final, todo está conectado por una misma sensibilidad, por una atmósfera y un enfoque que creo que da cohesión al conjunto. No sé si lo definiría como rock progresivo en sentido estricto, pero sí me interesa esa idea de evolución, de viaje, de transformación sonora y emocional a lo largo del álbum.

– ¿Cuál es tu tema favorito del disco y cuál es el que te costó más esfuerzo terminar de componer?

Mi favorito quizá sea «Fragments», porque tiene algo especial, una melancolía contenida que me emociona cada vez que lo escucho. El que más me costó fue probablemente «Nomad». Quería que tuviera una fuerza casi ritual, como una marcha pesada a través del desierto, y dar con el equilibrio entre crudeza y atmósfera fue todo un reto.

– ¿Tienes planes de llevar el proyecto a los escenarios? ¿Hay mercado para proyectos como el tuyo?

Es algo que me encantaría. Estoy buscando la manera de formar una banda para poder presentar el disco en directo. Sé que no es fácil y que no es el tipo de música que llena estadios, pero también creo que hay un público muy fiel e interesado en este tipo de propuestas más emocionales, atmosféricas y honestas. Y conectar con ese público es lo que realmente me importa.

– ¿Cuál es la meta que quieres alcanzar con Somos el Viento?

Mi meta es seguir creando música que me emocione y que conecte con otras personas. No persigo el éxito comercial, aunque lógicamente me gustaría que el proyecto crezca y llegue a más gente. Pero lo esencial es que sea un espacio de libertad creativa y de comunicación profunda con quien quiera escucharlo.

– Gracias por tus respuestas. Para finalizar, ¿qué le dirías a alguien que no ha escuchado tu música para que lo haga?

Le diría que se deje llevar, que no piense en etiquetas, ni en estilos, ni en estructuras. Que simplemente cierre los ojos, respire hondo y escuche… Si algo dentro se mueve, entonces la música ha cumplido su función.

En su Bandcamp puedes pedir el disco. No te arrepentirás.

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