Frankie Banali fallece a los 68 tras décadas de rock

Frankie Banali fallecía ayer a los 68 víctima de un cáncer de páncreas del que ha ido informando progresivamente en estos últimos meses. Fue en abril del año pasado cuando se le dieron seis meses de vida, aunque logró llegar a los 16 meses de supervivencia, la quimioterapia dejó de funcionar y le provocó serios trombos que le provocaron la muerte.

Su mujer y su hija estaban presentes. Desde que se conoció la noticia, el mundo del rock se ha volcado reaccionando y reconociendo su inmensa labor tras la batería de Quiet Riot. Paul Stanley ha sido uno de ellos el que ha reconocido la valentía de Banali al hablar de su dolencia y el triste desenlace.

Fue a principios de junio cuando Banali comentaba en el programa de Eddie Trunk que «sigo luchando con quimio. La nueva que estoy probando tiene unos efectos secundarios brutales. No puedes descansar en tres semanas y luego te dan 10 días libres y luego otra vez, pero forma parte de lo que hago. Esta carrera es larga y tienes que tener cuidado con lo que lees. Al menos, mis pruebas no son tan negativas como parece. Lo que tengo es mortal y nadie lo duda. Simplemente, intento retrasar el día de mi muerte lo máximo posible. Sin pelo puedo ganar las olimpiadas de natación».

Banali fue miembro de Quiet Riot entre 1980 y 1989, aunque con interrupciones. En este último año entró en W.A.S.P. para grabar The Headless Children y hacer su gira de presentación. Luego fue llamado a formar parte de Faster Pussycat. En el 93 volvió a Quiet Riot donde permaneció hasta que la banda desapareció. Larga vida a un batería inolvidable.

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