Halford:«es un milagro que lleve 34 años sobrio»
Rob Halford ha querido comentar qué opina de su sobriedad y cómo lleva una situación personal que tanto esfuerzo le costó lograr. Fue en 1986 cuando al comenzar un concierto cayó fulminado por una sobredosis en pleno escenario. A partir de ahí apostó por abandonar el alcohol y las drogas hasta hoy.
El Metal God reconoce que mantenerse sobrio «no es nada fácil. Hay que hacer muchas cosas al mismo tiempo. Se te dan todas las herramientas y muchos recursos para que te rehabilites. Los uso a diario. En muchas ocasiones, se trata de notas mentales. En otras, las hablo o son internas. Creo que esto es imprescindible para mantener un nivel de sobriedad».
«Cuando entré en 1986 era anónimo, aunque le tenía que contar a todo el mundo mi historia. Todo el mundo supo lo que hice. Recuerdo que comentaba que cuando todo terminara iba a volver a ese mundo de drogas, rock y alcohol. No sabía si lo iba a lograr, porque no iba a ser una inmersión en la sociedad de forma gradual. No podía ir poco a poco, tenía que ir directo al grano. No podía ir a trabajar y decirles a mis compañeros ‘No podéis beber y tampoco hacer esto o aquello’. Tenía que aceptar que no tenía poder para eso».
«No creo que jamás tuviéramos una conversación sobre el tema, pero creo que todo el mundo entendió lo que me pasaba. Sería la última persona de indicar que había que respetar una serie de normas. No puedo aplicar mi forma de vida a otras personas porque eso sería hipócrita».
«Incluso ahora, tras el concierto, cuando los chicos se están tomando algo, me encantaría tomarme una cerveza, o un poco de whisky con cola. Lo huelo cuando estamos juntos en el avión y tengo un pequeño ángel a un lado y al demonio en el otro. Siempre pienso que no quiero estar enfermo otra vez o sentirme tan mal. No quiero estar en ese lugar tan terrible, oscuro y solitario. La tentación está siempre ahí».
«Cuanto estoy en casa, especialmente durante el tema este de la COVID, Thomas (mi compañero) no bebe. Cuando le conocí, dejó de beber y eso es un gran apoyo para mí. Cuando no trabajo no estoy en ese ambiente de alcohol o drogas. Cuando los fans de Priest vienen a vernos siempre traen algo de beber. Ellos hacen lo que quieren y sel o pasan bien. No tienen un problema con el alcohol o con las drogas. Hay gente que puede disfrutar de todo esto desde el punto de vista físico y mental».
«Es un absoluto milagro que lleve sobrio desde el 6 de enero de 1986 hasta diciembre de 2020 sin haber caído en un error. Todo esto es el pasado y eso ha pasado ya. Vivo el momento. No creo en el ayer o en el mañana, sino en el presente. Estoy agradecido de haber llegado tan lejos sin caer, o mejor dicho, sin resbalarme del vagón. Estoy agradecido de haber llegado tan lejos limpio y sobrio. Quién sabe cómo podría haber terminado».
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