Randy Rhoads, trigésimo aniversario de su muerte

Randy Rhoads sigue siendo uno de los guitarristas más influyentes de la historia del rock a pesar de haber colgado la guitarra para siempre hace treinta años. El pequeño y hábil músico logró con dos obras maestras, Blizzard of Ozz y Diary of a Madman, colocar a Ozzy Osbourne en la cima del hard rock y enseñarle al mundo cómo entrar en la década de los ochenta sonando completamente distinto a como se hacía en la década anterior.

Clásicos como «Crazy Train» o «Mr. Crowley» siguen siendo canciones que cualquiera que quiera tocar bien la guitarra debe aprenderse. La entrada de Randy en la banda de Ozzy, que venía de Black Sabbath, no pudo ser más anecdótica.

El propio Ozz comenta que mientras el resto de guitarras tenían que tocar alguna canción a Randy no le hizo falta. «Le ví llegar y era muy bajito, no sabía qué iba a sacar de la funda de su guitarra. Me preguntó si podía calentar un poco los dedos antes de tocar y le dije que sí. Cuando escuché lo que había tocado le dije que estaba contratado, ese calentamiento era mejor que todo lo que Iommi había escrito en 10 años».

El 19 de marzo de 1982 una avioneta se estrelló contra el autobús donde viajaba Randy junto al grupo de Ozzy. Tenía 25 años. Nos gustaría imaginarnos cómo sería tener ahora a un Randy con 55 años, cómo habría evolucionado y qué habría hecho ante esta situación de la industria musical. Sea como sea, para nosotros seguirá siendo inmortal. Os dejamos con el video del homenaje anual que se celebra en su honor.

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