Asha – Sketches from a lockdown (crítica)

Comentamos el contenido de Sketches from a lockdown el nuevo disco de Asha que promete sensaciones de lo más intensas. Aunque la industria se empeñe en ofrecernos más de lo mismo, un guerrero afincado a la orilla del Mediterráneo sigue gestando una música increíble para quitarte de encima el tedio y devolverte las ganas de seguir disfrutando con el rock.

Arranca el álbum con «News of the world», un corte que tiene un riff progresivo a lo Rush que se va desarrollando hacia terrenos sonoros de lo más diversos. Enorme la melodía, las dobles guitarras y una estructura tan clásica como infalible.

«Somewhere in Kansas» te lo comentamos ya en este enlace. «Erotic Fantasy» arranca muy a lo Van Halen para tirar por derroteros melódicos donde, es una opinión, Kike se encuentra bastante a gusto. La bajada de velocidad le beneficia como demuestra con unos arpegios a lo Knopfler en una melodía con tintes a lo Thin Lizzy que crece hacia horizontes donde la técnica y el preciosismo brillan por su presencia.

«Mother Radio» es uno de esos cañonazos de virtuosismo a lo Zappa que tanto adora Kike, además incluyendo efectos sonoros diversos, cambios de ritmo, cortes progresivos y, básicamente volviéndote loco y sorprendiéndote. «The Gemini Project» es uno de los cortes que combina pasajes a dos ritmos, con melodías complementarias, con rabia y con una energía impresionante. Es uno de los mejores tema del disco.

«State of War» es leña pura y dura a máxima velocidad. No hay tregua, pero no te creas que el tema es un homenaje a sí mismo ya que incluye una base sólida, de metal enérgico e incluso pasajes de death técnico para sorpresa de sus feligreses habituales. Enorme.

«Seductive nostalgia» curiosamente, el riff nos recuerda al rock español, aunque luego cambia todo al incluirse una melodía principal de la que nacen ramificaciones diversas. Nos parece un claro ejercicio de excelencia musical y con unos matices sonoros distintos a la discografía anterior de Asha. «Sketches of a lockdown» es casi una nana setentera, tranquila, preciosa y el justo descanso tras semejante avalancha sonora.

Basándose en películas, cuyos fragmentos incluye en cada tema, Asha ha vuelto a ser ese abrir la ventana tras meses cerrada, ese soplo de aire para tu mente y sobre todo, esa confirmación de que mientras Kike G. Caamaño tenga ganas de seguir empuñando su guitarra estaremos a salvo en un mundo de rock enlatado y de virtuosos que no lo son tanto. Obra maestra de escucha obligada.

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