Crónica del festival Leyendas del Rock 2011 (parte I)

Crónica del festival Leyendas del Rock 2011 (parte I)

Escrito por: Francisco Reina   @AltFloyd    21 agosto 2011     5 minutos

Como todos los veranos desde hace seis años se ha celebrado en Murcia uno de los festivales de rock más importantes del país, el Leyendas del Rock, que tuvo lugar los días 12 y 13 de agosto en el colegio Río Segura de Beniel, y Miusyk estuvo allí para contároslo.

A destacar de manera general la buena organización del evento, pues este año no se han dado grandes colas ni en la entrada al recinto ni para hacer uso de los aseos portátiles, dado su amplio número. Las duchas, sin embargo, eran un tanto más improvisadas que en ediciones anteriores, lo que repercutía en perjuicio del usuario de las mismas.

Asimismo he de criticar la elección del lugar de acampada, que no contaba con apenas sombra (más allá de la carpa instalada por la organización), algo por otro lado perdonable teniendo en cuenta los problemas con que se topó la organizadora Sufriendo y Gozando con Marcos Rubio a la cabeza, los cuales obligaron a cambiar la ciudad que alojaría el Leyendas a pocas semanas de su celebración.

Entre los asistentes al festival el buen ambiente fue la nota dominante, y no se registraron incidentes graves ni desórdenes públicos. Las autoridades de Beniel se mostraron en todo momento colaborativas con el público del festival, con la policía ayudando a que el evento se desarrollase de la forma prevista.

La afluencia de rockeros fue grande, y copó las expectativas de la organizadora (tanto es así que el viernes ya costaba andar por el campamento dado lo cuantioso de las tiendas de campaña plantadas). Del propio recinto destacar la instalación de una línea de aspersores que servían para refrescar a la concurrencia en las horas de más calor, así como los razonables precios de la barra y la buena disposición de los escenarios, sin apenas nada que dificultase la visibilidad desde los diferentes puntos del colegio.

Durante el viernes, día de acceso gratuito al festival, el primer grupo del que pudimos disfrutar fue Guadaña en el escenario Azucena. Los ex-miembros de Huma y sus nuevos compañeros de carretera comenzaron su actuación a las 19:20, con el Sol aún sobre nuestras cabezas. Ofrecieron un buen concierto de presentación de lo que será su primer disco, El grito del silencio, e interpretaron canciones como En la brecha y Reencarnación. Pese a que pocas pegas se le pueden poner a sus cincuenta minutos de rock, no tuvieron demasiado público, aunque eso sí, contaron con un grupo de fervorosos seguidores en las primeras filas.

Los siguientes en saltar al escenario fueron los abulenses Dünedain, quienes consiguieron congregar a un número bastante superior de seguidores que Guadaña, con un Tony Delgado bastante entregado. No tardaron en sonar los acordes de Fiel a mi libertad, eso sí, con un sonido deficiente que fue subsanado posteriormente en canciones como La rosa negra.

A mitad de concierto Tony dejó la guitarra que había estado tocando hasta ese momento a un lado y presentó en sociedad a José Rubio, el nuevo guitarrista de la formación, quien se encargaría desde entonces de ese apartado, dejando al frontman de Dünedain la misión vocal en exclusiva. Esto permitió una mayor empatía con el público, que se tradujo en una creciente animación por parte de éste en canciones como Por los siglos de los siglos, donde además el humo hizo acto de presencia.

Dünedain terminaron varios minutos antes de lo previsto, dejando paso libre a sus compañeros de gira, Zenobia, que incrementaron el número de gente frente al escenario. La intro de los riojanos sonó mal por el retumbar de los altavoces, pero el sonido se estabilizó en cuanto salieron a escena a interpretar temas como La traición o Dentro de mí, ambos de su último disco, Alma de fuego. La canción que da título a este LP no tardó en escucharse, seguida de La tormenta, durante la cuál hubo un fallo de los altavoces de unos dos segundos.

Entre las canciones de Zenobia más coreadas destaca Lo llevo en la sangre, un himno heavymetalero con el que fueron cerrando su actuación y en que Jorge B dejó claro lo gran frontman que es. Sin embargo no terminaba ahí la cosa. Como viene siendo habitual en la gira Unidos por el Metal que están llevando a cabo juntos, Dünedain volvió al escenario para interpretar hombro con hombro con Zenobia la canción que da nombre a dicha gira.

En este tema el público enloqueció y no dejó de corear. Cuando los últimos acordes dieron paso a los vítores de la audiencia ambas bandas se dedicaron a lanzar al respetable púas, baquetas y demás, y a sacarse las fotos de rigor, ya que la gira Unidos por el Metal que tanto ha ayudado a ambas bandas en su carrera musical llegaba a su fin en ese preciso momento.

El último grupo al que vimos ese día fue a Stinger, tributo a Scorpions. De ellos destacar la buena puesta en escena, muy acorde a la banda a la que emulaban, y la correcta interpretación de temas tan míticos como Wind of change o Rock you like a huricane, que fueron coreados por la mayor parte del enardecido público. En esos momentos una gran cola se amontonaba en el stand de firmas a la espera de que Dünedain hiciese acto de presencia. Tras las correctas primeras canciones de La Leñera, tributo a Leño, un servidor se retiró al campamento. Había que guardar fuerzas para el duro día siguiente.

Segunda parte y tercera parte de la crónica.

(Pincha en las fotos para verlas ampliadas):