Eddie «Fast» Clarke, repasamos su aportación al rock

Ayer fallecía el inmenso Eddie «Fast» Clarke, guitarrista y único superviviente de la formación clásica de Motörhead. Sin él, el rock jamás será el mismo. Tras la muerte de Philthy «Animal» Taylor y del propio Lemmy Kilmister, la de Clarke pone el punto final a una etapa gloriosa del rock.

Y es que Lemmy, que venía de Hawkwind, necesitaba encontrar a dos escuderos para paliar los efectos que el punk había ejercido contra el rock. Clarke fue siempre un guitarrista sólido, expeditivo, complicado en lo personal y un amo de las seis cuerdas. Con recordar trallazos como «Overkill» o «Ace of Spades» poco más hace falta añadir.

A pesar de que fue Lemmy el que decidió echarle, siempre mantuvo el respeto por la banda que le dio la fama. Además, jamás ha renegado o comentado nada en contra de su periplo en el grupo. De hecho, el incluir su nombre en los créditos de los mejores discos del trío era ya una satisfacción enorme para él.

Se va con él un tipo de guitarrista casi extinto que siempre estaba al servicio de la canción y que no iba, al menos al principio, de divo. Una neumonía nos ha privado de su presencia. Al menos nos queda su inmensa discografía para seguir disfrutando de sus creaciones y de una manera de tocar tan completa como influyente para una pléyade de guitarristas que siguen captando su esencia como buenamente pueden. Ponte una cerveza, escoge tu disco de Motörhead preferido y dedícale un rato a la memoria del irrepetible Eddie «Fast» Clarke. Descanse en paz.

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