Hasta siempre Boni

Hasta siempre Boni

Escrito por: David López   @FyDescritura    8 enero 2021     2 minutos

Francisco Javier Hernández, Boni, guitarrista y cantante de Barricada ha muerto a los 58 años tras una larga enfermedad.

Francisco Javier Hernández, Boni, guitarrista y cantante de Barricada ha muerto a los 58 años tras una larga enfermedad. No ha podido vencer una dura batalla de dos años que ha provocado que se nos vaya uno de los grandes talentos del rock urbano español.

Su forma de tocar la guitarra, su voz quebrada, su aire punkarra y sus canciones hicieron de Barricada una de las mejores bandas de nuestro rock. A la hora de escribir estas líneas, su compañero de banda Alfredo comentaba en Twitter que «una parte de mi vida se va hoy contigo, descansa en paz compañero».

Boni Barricada

Hacía tres días que Boni había cumplido los 56, pero no ha podido ser. Desde que fundara junto a El Drogas Barricada en el 82, fueron inseparables hasta que el bajista decidió volar solo en 2011. Dos años después, el grupo ponía punto final a su trayectoria.

Boni también grabó en solitario y siempre tuvo ese tono contestatario tan característico que le sirvió para ponerse siempre al margen de la normalidad.

Su energía escénica no tardó en convertirle en un verdadero mito. Son muchos los años escuchando su voz, sus temas, sus conciertos y todo lo relacionado con un músico inigualable que tuvo la fuerza necesaria para salir de Pamplona y convertirse en uno de los cabezas visibles de una banda histórica.

A su familia, amigos, compañeros y seguidores les enviamos nuestro más sincero mensaje de pésame. Ha muerto el hombre, pero comienza a forjarse la leyenda de un músico magnífico que siempre tendremos en el recuerdo. El Drogas le dedicó este bonito poema con el que cerramos esta noticia.

Hay días que solo pesan. Demasiado.
No se les puede llamar. No tienen nombre.
Hasta las lágrimas, en esos días, son de pesada púrpura
y aliento momificado que entierra memorias que no quieren ser recordadas.
Ni los ojos, así, de esa guisa
pueden buscar ya la complicidad en otra mirada
o dedos tropezando con cuerdas
que ya evitan todos los sonidos.
Solo pesan, esos días.
Como el último escalón ya pisado.
Como la última voz rota en la garganta.
Y tú que aquí estás, Isabel, nos des luz
porque quedas en todos los rincones.


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