Juan Perro – Libertad (crítica)

El pasado 25 de marzo presentaban Juan Perro y su banda en Barcelona su nuevo disco en un concierto mágico. La clásica ironía de Auserón se fundía con la maestría musical de un grupo de músicos que, como comentaba Santiago, les recomendó, uno por uno, el recientemente fallecido, y genial guitarrista, Joan Vinyals.

El resultado del nuevo disco son casi 40 minutos de canciones que se convierten casi en hebras de mimbre para ir trenzando la solidez, la exquisitez y la excelencia sonora que el grupo derrocha, pero siempre con el denominador común de una aparente sencillez. Tanto en lo musical como en lo letrístico, el álbum es digno de escuchar con calma para paladearlo en toda su inmensidad.

«Quemando caña» abre el disco siendo casi la única concesión más evidente a la rítmica latina. La instrumentación le aporta un empaque especial a una canción que quizá espante a los que prefieren la vena más rockera de Auserón.

«La última rosa» apuesta más por el jazz para envolver una letra que solo puede escribir Auserón. Los registros de su voz más agudos encajan a la perfección con una maravilla de canción. «Gibara» es una bossa nova deliciosa que tiene pinceladas marca de la casa que te sorprenderán.

«Collar de cuentas» regresa al swing más puro mezclado casi con el blues, pero con una letra magnífica en la que las palabras van tejiendo una historia que te envuelve. «La ley del camino» es el perfecto ejemplo de lo que siempre afirma Auserón, «soy un rockero de la calle», nos encanta por incluir terrenos sonoros conocidos e incluso una pincelada de «No tocarte» de Radio Futura en el estribillo y otra de «De un país perdido» de su disco anterior. Enorme.

«Magnolia» tiene en el swing su base, pero con una serie de influencias que vienen de la música negra, el jazz y el romance. «La noticia» es un medio tiempo en el que se pone el acento en cómo los niños son ya reporteros de la violencia de las calles. La letra es, posiblemente, la mejor del disco.

«Extraños deseos» es otro guiño al rock a lo Huey Lewis and The News, aunque, obviamente, los versos son tan sorprendentes que se pegarán a ti tras la primera escucha. «El sueño» es casi una nana de las ya habituales en los discos de Auserón. Una vez más, la influencia portuguesa en lo sonoro va de la mano de una historia que se va desarrollando estrofa a estrofa. «La libertad» es un blues carcelero, como él mismo comentaba en la presentación, que representa bastante bien el sonido del álbum.

Acompañan a Santiago Auserón (voz y guitarra) en esta aventura los magníficos Vicenç Solsona (guitarra), Gabriel Amargant (saxo y clarinete), David Pastor (trompeta), Isaac Coll (bajo) y Pere Foved (batería). El disco está ya a la venta. De ti depende comprar semejante pasaporte a una aventura musical que tienes que vivir en primera persona.

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