Judas Priest – Invincible Shield (crítica)

Judas Priest – Invincible Shield (crítica)

Escrito por: David López   @FyDescritura    8 marzo 2024     5 minutos

Llegó el día. Judas Priest ya han editado Invincible Shield y estamos aquí para criticarlo tras una primera escucha.

Llegó el día. Judas Priest ya han editado Invincible Shield y estamos aquí para criticarlo tras una primera escucha.

Judaspriest Invincibleshield

«Panic Attack»

Fue el primer single y nos dejó sin respiración. La banda pletórica, una letra más que interesante y ciertos recuerdos de discos clásicos en el ambiente son suficientes para meterte de lleno en un temazo como este.

«The Serpent and the king»

Halford casi rozando los tonos de «Painkiller», el grupo a toda velocidad y un estribillo que es un puñetazo en la cara. Sin duda, uno de los temas más rápidos del disco y uno de los grandes momentos.

«Invincible shield»

Decía Faulkner que el disco se llama así por este tema, su favorito. Tiene todo lo que ha hecho Judas a lo largo de sus más de 50 años de carrera. Rapidez, una letra excelente, una parte previa al estribillo a lo «Let us prey» e incluso un estribillo que termina como el de «Redeemer of souls». Una obra maestra con un final majestuoso.

«Devil in disguise»

Enorme el riff de apertura con ciertas pinceladas de «Delivering the goods», aunque luego tira por la senda más moderna recordando a Fight. La melodía es excelente y la apuesta por una melodía pesada de los 90 te lleva directamente a un estribillo potente. Un temazo repleto de detalles que habrá que ir paladeando en futuras escuchas.

«Gates of hell»

El molde del inicio progresivo nos lleva en este caso a darle la mano a uno de los cortes que más recuerdan a los Judas de siempre. Dobles guitarras, la banda en plenitud, Halford inconmensurable y esa sensación de estar ante un clásico es más que suficiente para emocionarse. El toque a lo Point of entry e incluso el recuerdo de cortes clásicos de los 80 lo convierten en uno de los temas más perfectos del disco.

«Crown of horns»

Es pura melodía, contiene versos emocionantes y no vas a poder sacártela de la cabeza tan fácilmente. La historia de Cristo se mezcla con otros matices relacionados con el grupo. El resultado no puede ser más positivo.

«As God is my witness»

Un riff a lo «Leather rebel», una producción a lo Painkiller, un tema compacto y sin fisuras son los elementos que no pueden faltar en un tema de Judas. En este caso, estamos ante un clásico de este siglo que demuestra que la banda se ha currado este disco muchísimo.

«Trial by fire»

Que Judas Priest son los reyes del medio tiempo no es ninguna novedad. En este corte lo demuestran con creces con una melodía que te lleva directamente a sentir tanta rabia como energía. Enorme.

«Escape from reality»

El riff tiene bastante de Iommi y te mete de lleno en un medio tiempo repleto de grandes momentos. Nos gusta bastante que se le de protagonismo al bajo de Ian Hill. La letra es de las que te aprendes sin dudarlo. Es uno de esos temas que va creciendo en ti poco a poco, especialmente al llegar a un estribillo repleto de rabia.

«Sons of thunder»

Es uno de esos temas de Judas que lo tiene todo para conquistarte a la primera. La melodía vocal aporta pinceladas para enriquecer los múltiples riffs. El estribillo tiene toques de «United» y unos coros ochenteros que harán que te emociones. Un pelotazo.

«Giants in the sky»

Está dedicada a Dio y a Lemmy (dos colegas de Halford que le marcaron muchísimo). Quizá en el riff se busca también ese toque de hard rock de Ronnie, pero sin olvidar el complemento de un ritmo que podría haber firmado Lemmy. Halford sigue cantando mejor que nunca y la estructura de la canción te va a sorprender a lo grande.

«Fight for your life»

Volvemos a los tiempos de Killing Machine con un riff de los 70 que se rompe con los agudos de Halford en cuanto arranca la canción. Estribillo para cantarlo y una sensación de estar en casa completan otro de los grandes cortes del disco.

«Vicious circle»

No te deja respirar el riff machacón que te va marcando el camino de la canción. Sí es cierto que recuerda algo a Halford en solitario, pero hay elementos reconocibles de Priest. Es el tema que cualquier banda de medio pelo convertiría en un gran éxito, pero que en este disco supone una piedra más para construir semejante obra maestra.

«The lodger»

Los teclados iniciales apuntan maneras. Y más todavía que la guitarra suene como en los 80 con una melodía tan selecta. Se diría que es la balada del disco y en la que más se experimenta desde el punto de vista sonoro. Una espléndida manera de terminar el disco.

Han pasado seis años desde la edición de Firepower, un disco que fue muy bien valorado, pero que tenía algunos altibajos. En este caso no es así. Andy Sneap le ha dado a cada tema lo que necesita e incluso ha incluido guiños a la forma de trabajar de Tom Allon.

El resultado es el mejor disco de Judas Priest en el presente siglo sin ningún género de dudas. No hay guiños comerciales, no hay lagunas, no hay temas aburridos. Solo Judas Priest, tras más de 50 años de metal, se pueden marcar un disco así. Dice Ian Hill que no tiene previsto parar. Dice Faulkner que no sabe qué pasará. Que pase lo que tenga que pasar, pero Judas Priest nos han dejado un discazo que iremos disfrutando en los próximos meses y años como uno de sus 10 mejores álbumes. Te va a encantar.


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